Capítulo 12

59 10 4
                                    

Axel

Salí por la puerta con la intención de ir al gimnasio, en los últimos años el boxeo me había ayudado a controlar mi frustración con las cosas, al principio tenía la necesidad de ir todos los días a darle golpes a un saco, poco a poco me fui introduciendo en las competiciones, soy muy bueno golpeando, aunque también me llevo lo mío, una de las veces me partieron la nariz. Cuando me concedieron la oportunidad de venirme a Leeds unos meses, lo primero que hice fue mirar gimnasios cercanos que ofertaran boxeo, encontré unos cuantos a escasas calles, al final me decanté por uno, a diez minutos andando de aquí. 

Cuando cierro la puerta veo a un hombre lleno de tatuajes en la puerta de Emm, ¿qué coños hace? Me empiezo a acercar de forma sigilosa con el fin de evitar que la haga daño y darle una buena paliza, justo en ese momento la puerta se abre y sale Emm, chillando y gritando, se tira a sus brazos como una loca, y se meten en la habitación, aún abrazados, mierda, ¿es su novio? ¿su hermano? Justo a lo lejos del pasillo aparece un chico vestido con traje, tendrá mi edad, seguramente un par de años más, va cargado con una maleta, cuando me fijo en su cara es idéntica a la de Emm, intuyo que es su hermano, y puedo confirmar que el otro es su novio, estoy seguro. La rabia invade mi cuerpo, anoche estuvo llorando por ese gilipollas y ahora se presenta en su habitación y ella le trata como si nada. He de decir que me sorprende como es ese tío, no pegan para nada, ella de camisa y falda, como si fuese a misa todos los días y él con chándal y tatuajes por todo el cuerpo, tiene tatuajes hasta en la cara. 

Estoy cabreado por ser tan gilipollas, tengo ganas de estar con Emm pasando el rato, pero ahora ya no quiero ni verla a la cara, me ha hecho daño verla abrazada a ese tipo, pero no pienso dejar que eso vuelva a suceder, ella es un deseo sexual y punto, no hay más. Cuando termino de pensar eso estoy llamando a Samantha, la voy a invitar a pasar el fin de semana, la pagaré un vuelo para hoy mismo, ella acepta, esta noche estará aquí y toda esta confusión se irá de mi mente. 

Entro en el gimnasio y el recepcionista me suena mucho, esa cara es muy conocida pero no logro saber de qué, para cuando me quiero dar cuenta está viniendo hacia mí.

- ¿Axel, eres tú? No has cambiado nada. -Dice mientras me abraza. -Soy Logan tío, qué pasa, ¿No me reconoces?

-Mierda, joder, estás muy cambiado. -Le devuelvo el abrazo. -No te había reconocido, estás musculoso, con el pelo corto y barba. Qué han hecho contigo y donde está mi amigo. -Me echo a reír, parece que le han caído veinte años encima. 

-He asentado la cabeza, increíble, pero cierto. -Dice con una sonrisa. -¿Tú qué tal? Qué haces en mi gimnasio. -Me coge del hombro.

-Estoy de Erasmus, ya sabes que vivo en España y me he venido a hacer las prácticas aquí, mi madre me lo pidió, y lo he hecho por ella. -Sonrío, justo en ese momento una chica rubia se aproxima a nosotros. Su cara también me resulta familiar, pero hemos estado con tantas chicas, que es imposible adivinar quién es.

-Ah, mira Axel, ¿Te acuerdas de ella? Es Sandy, salía mucho con nosotros de fiesta. -La saludo. - Ahora es mi mujer, nos hemos casado y tenemos un hijo. -Mis ojos se abren como platos.

-¿Qué? -Es lo único que me sale por la boca. 

Logan tiene 25 años, dos años más que yo y ya está casado y con un hijo, me he quedado sin palabras, hace siete años que me fui de aquí y esta gente para mi ahora mismo son verdaderos desconocidos. Logan y yo éramos los líderes del grupo, siempre nos llevábamos a las mejores chicas y organizábamos todos, también nos llevábamos nuestras palizas, pero siempre juntos, nos defendíamos como si fuéramos hermanos, puede decirse que él siempre fue el hermano mayor que nunca tuve y viceversa. Su madre le abandonó cuando nació y su tía, la hermana de su padre, le crió como si fuera su hijo, hasta que cumplió los trece y su tía sufrió malos tratos por parte de su marido, Logan no podía con esa situación, pasaba mucho tiempo en la calle, cuando yo le conocí, él tenía quince años, yo era nuevo en ese mundillo, pero enseguida nuestros lazos se unieron, hasta que me fui a Barcelona y poco a poco perdimos el contacto. 

-Ya te lo he dicho, he asentado la cabeza. -Dice orgulloso. -Cuando te fuiste, a los meses yo me hice mayor de edad. ¿Recuerdas? Estaba solo, tenía al grupo, pero no estaba unido a ellos, nos fuimos separando poco a poco, cada uno iba a una fiesta, tomábamos cosas distintas. -Los ojos se le inundan. -En unos dos años yo ya no estaba centrado en el alcohol, sino en las mujeres, me sentía solo, salía de fiesta con el fin de acostarme con alguna, y me obsesioné con Sandy, era un polvo asegurado y poco a poco me empezó a gustar más de lo que yo quería, eso era mutuo, era un ángel caído del cielo y no había sido capaz de verlo, empezamos a ser pareja, hasta que un día me llamó, yo tenía veinte años, trabajaba para poder ayudar a mi tía, ya que por fin yo me había hecho lo suficiente mayor como patearle el culo a su marido y echarle de allí, nunca antes me había sentido tan liberado. -Se echa a reír. -Cuando Sandy me llamó fue para confirmarme que el test había dado positivo, ya teníamos dudas, y esa llamada confirmó todo. Te juro que por un momento fui feliz, la amo tanto que esa llamada fue el inicio de algo maravilloso que dura hasta hoy, nos hemos casado y estamos pensando en tener un segundo hijo, John ya tiene cinco años y necesita un hermanito, además soy el dueño de este maldito gimnasio al que vienes a ponerte fuerte. -Se echa a reír, estoy alucinando, el mismo Logan que me enseñó todo lo malo que uno puede aprender, ahora me está dando lecciones de vida. 

-Para nada me esperaba verte así, y me alegro mucho, se te ve feliz, lo has pasado muy mal de pequeño y la vida te está compensando por todo. -Le doy un abrazo. -Me voy a boxear un rato, que la clase ha empezado, pero antes dame tu número, te escribiré para tomar algo. -Le doy mi móvil. 

-Por supuesto, además aún vamos a las fiestas, sobre todo a las que organiza la universidad, seguimos siendo jóvenes y tenemos que aprovechar. 

-Te llamo. -Dicho eso voy dirección a la clase de boxeo. 

Estoy tan sorprendido que me había olvidado de la visita del novio de Emm, hasta que veo que había respondido a mi mensaje. La dejo en visto. Ahora tengo que liberar esa frustración con el saco. 


*Epero que os haya gustado este capítulo, poco a poco la novela va cobrando forma, y se van conociendo cosas de los personajes, especialmente de sus pasados, ya que todos esconden algo, y en la mayoría de los casos no son cosas agradables. Mañana subiré otro capítulo:)**

JUSTO A TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora