Capítulo 7

76 9 4
                                    

Emm

Sonó la alarma, al principio me costó ubicarme, no era mi cama, ni mis paredes, ni mi habitación. Cogí el móvil como cada mañana y miré si Daniel me había respondido al WhatsApp que le dejé anoche, nada, su última conexión había sido a las cinco de la mañana. ¿Habrá estado de fiesta? Los pensamientos malos invaden mi cabeza, decido pasar página, tengo un día muy duro por delante. 

Me ducho, hago la cama  y recojo un poco la habitación, no creo que llegue hasta por la noche. Me quedo mirando la habitación del hotel, no me parece tan desagradable, voy a vivir sola y un apartamento grande igual me hace darme cuenta de la soledad, el problema lo tendré cuando vengan a visitarme, pero bueno ya encontraré solución.

Intento hacer cambios mentales respecto a los muebles, ya que nada más entrar en la habitación, en el mismo pasillo de entrada a mano izquierda está la encimera de la cocina, con todo lo necesario para sobrevivir estos meses, hay muebles debajo de la encimera, espero que quepa todo lo que tengo que comprar. En frente de la cocina está el baño, el cual me sorprende ya que tiene la lavadora dentro y me agrada mucho que la hayan puesto, ya que no tengo que compartir la comunitaria del hotel. Siguiendo recto por el pasillo hay una sala grande donde hay una cama de matrimonio, mesa de escritorio, sofá y una mesa redonda con tres sillas, es la que yo uso para comer. En el lado derecho de esta sala hay un armario enorme, que ocupa toda la pared, es la parte que más me gusta, ya que tengo gran cantidad de ropa y me preocupaba donde iba a guardarla. 

 Saliendo de mis pensamientos miro el reloj y ya son las nueve, tengo que ir a desayunar y a la secretaría de la residencia, después haré la compra. Cuando bajo a la cafetería tengo ganas de hablar con Lucas, pero no está, en su lugar hay un hombre mayor que habla inglés, la desilusión me invade, así que desayuno rápido y me voy de allí.

 Haciendo los recados me dan las dos, paro en un bar y me compro un bocadillo, he comprado varias cosas que me traen mañana por la mañana, he cogido el último reparto antes del fin de semana, pero es que necesito las sábanas, el mueble del baño y las lámparas cuanto antes. Mientras me preparan el bocadillo llamo a mi madre por quinta vez esta mañana, sigue preocupada porque no me han dado el apartamento, pero a mí no me importa, la habitación y el hotel me han acabado gustando.

Nada más acabar de comer, me dirijo al supermercado, hago la compra lo más saludable posible, no sé si me apuntaré al gimnasio y no quiero coger kilos, pago las cosas y me dirijo a casa. Necesito alquilar un coche para estos meses, no puedo estar de un sitio para otro cargada y con prisa siempre, además necesito trabajo para poder costearme todo esto. 

Llego al hotel, coloco la compra y me doy una ducha, tengo que bajar al restaurante a cenar, no me apetece nada ponerme a cocinar. Le mando un mensaje a Daniel, ya que le veo en línea. Cuando llego a cenar está lleno, sólo queda una silla en la barra, al lado hay una chica rubia y... un chico castaño, el mismo chico castaño que ayer no me sujetó la puerta y me dejó con las palabras en la boca en el pasillo, mientras le miro nuestras miradas se cruzan, su compañera se levanta y se despide, él se queda ahí sentado. 

Llego a la barra y me siento a su lado, ninguno de los dos decimos nada, para mi sorpresa aparece Lucas, así que le saludo con una gran sonrisa. 

- Hola Emm, ¿Qué tal? ¿Cómo estás? Te veo muy guapa esta noche. -Este chico es un encanto, voy con una blusa rosa y unos vaqueros ajustados, nada del otro mundo, pero creo que por educación es así. 

- Muchas gracias, Lucas, la verdad es que estoy bien, no pude arreglar lo del apartamento, pero ya  estoy creando mi hogar en esa habitación. -Le digo con una sonrisa de oreja a oreja, y él se echa a reír. Miro al chico que tengo al lado, está sujetando su refresco, parece tenso. 

-Me alegro mucho, de verdad. Dime ¿Qué quieres tomar? -Saca una libreta y coge el bolígrafo. 

- Tomaré una ensalada, de postre quiero un yogur y un refresco, por favor. -Digo sonriendo.

- Marchando, y con las mismas se mete en la cocina. -Decido sacar mi móvil y para mi sorpresa Daniel no me ha respondido, me meto en instagram y las historias lo delatan, está de fiesta, y no está solo, sino con Laila. Un calor recorre todo mi cuerpo, mis ojos se empiezan a inundar, intento mantener la calma, son amigos, y los amigos salen de fiesta y se hacen fotos. Nada, mis ojos no aguantan y empiezo a derramar una lágrima. 

**Holaaa, en la parte de arriba os he dejado un plano de como me he imaginado yo la habitación de Emm, obviamente no quiero influiros en como vosotrxs pensáis que es. Espero que la lectura os vaya gustando, se avecinan cosas muy importantes...** 😜😜

JUSTO A TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora