Cap. 28 "Desgracia"

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Minato había despertado a las 5:40 de la mañana, se dió una ducha fría, se cambió y volvió a la habitación.

"Hora de la tarea más difícil"

Pensó Minato mientras miraba a la pelirroja durmiendo plácidamente.

"Despertar a Kushina"

Fue directamente hasta la cama y comenzó a llamar a la pelirroja.

Minato: Kushina, despierta. Es hora de alistarse – Dijo mientras movía a Kushina de un lado a otro.

Kushina: Ya... Déjame. Tengo sueño – Dijo somnolienta.

Minato: Kushina, tenemos que ir a estudiar.

Kushina: No quiero ir. Me quiero quedar aquí.

Minato: Ya levántate cariño. Tenemos que desayunar, tú todavía tienes que bañarte.

Kushina: Minato, no seas cargoso y déjame dormir.

Después de unos veinte minutos, Minato logró despertar a Kushina, quién se fue a bañar mientras el rubio preparaba el café.

Unos minutos después.

Kushina había salido del baño y fue directo a la cocina, en donde estaba Minato sirviendo las tazas de café.

Kushina: Hola – Dijo como si no lo hubiese visto en toda la mañana, mientras tomaba una bolsa de pan de molde.

Minato: Hola. – Respondió entre risas –  ¿Qué tal? ¿Hace cuánto tiempo no nos vemos? – Preguntó divertido.

Kushina: Hace.... – Dijo mientras pensaba – unos veinte minutos, cuando tú me despertaste y arruinaste mi sueño. – Terminó de decir mientras colocaba el pan en el tostador y agarraba la mermelada de la heladera.

Minato: Realmente eres difícil de despertar. Misión casi imposible. – Inmediatamente después el rubio estalló en risas al ver que la pelirroja se había asustado porque las tostadas habían saltado de repente.

Kushina: No te rías... – Respondió mientras sacaba las tostadas y les untaba mermelada. – Aún estoy algo dormida.

Minato: Ya desayuna... Se hará tarde. – Dijo sentándose y tomando café.

Kushina: No me importa en absoluto que se haga tarde. – Respondió.

Minato: Pues a mí si... – rebatió el rubio – Gracias, cariño – Dijo al recibir las tostadas que Kushina había preparado.

Así pasaron el desayuno, hablando y riendo. Estaban tan ocupados con su conversación que no se percataron de la hora hasta que les llegó una llamada.

Minato: Ah espera – Contesta – ¿Hola, Fugaku? ¿Qué pasa?

En la llamada telefónica

_ Hola, Minato. Estoy aquí con Mikoto. Les queríamos preguntar si vienen a la escuela... – Dijo FUGAKU – Es que ya es tarde. – Se escuchó la voz de Mikoto a lo lejos.

_ ¿¡Qué!? ¿¡Qué hora es!?

_ Son las 07:37, Minato.

_ ¡Maldita sea! Estábamos distraídos hablando y se nos pasó la hora. Diles por favor a los profesores que no nos pongan falta... Ya vamos.

_ Claro no hay problema, pero apúrense, saben que la vieja de matemáticas tarda unos diez minutos en entrar a la clase, y no perdona una llegada tarde.

_ Sí, lo sabemos. Adiós te veo allá –cuelga.

Ya en la vida real (?

Minato: Kushina, vamos ¡Corre! Toma tu mochila y vamos corriendo, llegamos tarde!! – Dijo gritando, por lo que Kushina tomó su mochila y salieron corriendo de la casa... Sin llaves.

Ahí estaban, corriendo por la ciudad, a las 07:45 De la mañana. La gente los veía raro, pero ellos no le diero  importancia.

Cuando llegaron la secundaria estaba cerrada, no había ni un estudiante o docente en ese edificio, solamente estaban ellos y uno que otro limpiador.

- ¿Ustedes que hacen aquí? – Preguntó un limpiador mirando con extrañeza a los adolescentes.

Minato: vinimos a estudiar – Respondió con obviedad.

- ¡Qué buenos estudiantes son! – Comentó el limpiador.

Minato: ¿Por qué lo dice?

- ¡Solamente ustedes vienen a estudiar un feriado! – Respondió con algo de gracia el limpiador.

Kushina:  No puede ser cierto

Minato: Es una broma ¿Verdad? – Minato se fija el calendario de su celular – ¡Maldita sea! Vámonos, Kushina, sí es feriado...

Kushina: ¡¡Me hiciste levantarme para nada!!

Minato: Lo siento. No sabía.

Minato y Kushina volvieron a su casa.

Se encontraban en la puerta principal, Minato buscaba las llaves en su mochila y Kushina lo observaba algo adormilada.

Minato: ¡Maldición! – Exclamó cerrando su mochila – Kushina, por favor si qué tienes las llaves.

Kushina: ¿Qué? Minato no me digas que te las olvidaste...

Minato: Ups...

Kushina: ¿Ahora que haremos?

Minato: Llamaré a mamá, ella tiene unas llaves extra de la casa.

Unos minutos después...

Minato  había llamado a su madre y está le dijo que iba en camino.

Minato: listo, Kushina. Sólo nos queda esperarlas. – Dijo sentándose en el piso al lado de la pelirroja.

Kushina: – Suspira –

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Hola!! ¿Qué tal? No tengo nada importante que decirles, así que adiós.

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Perfectos Desconocidos. (MinaKushi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora