Enamorado de ella [COMPLETA✓]

|23. Paulo|

Sara:

Dicen...que el ser humano es estúpido, ¡pues si, si lo es!. Es capaz de ir a la casa de su ex mejor amigo y ex amor y desearle que sea feliz con su novia embarazada y abrazar a la misma como yo lo hago en este instante

-Felicidades Camila- si Jacky estuviese aquí me diría "vete al diablo pendeja de mierda" lo sé, Nikki solo se quedaría mirando el espectáculo y me mataría a palos al llegar a casa, Merlín por otra parte estaría planeando como hacerle para dejar estéril a Sebastián de un golpe en los testículos, ahora que lo pienso están locas las pobres.

-Espero que seas feliz Sebas-me duele, pero ¿por qué? él no me ama y tampoco yo a él, somos dos personas que fingen seguir siendo amigos porque no sabemos ser desconocidos. Hoy su cara brilla, sus ojos grises no se enfocan en mi sino en Camila, en el embarazo que aun no se nota, su sonrisa no es forzada es genuina.

Acéptalo Sara...él ya es feliz.

-¿Estas bien querida?-es Rosa. Su voz me irrita, me molesta. Ella me mintió junto con Sebas, Nicol y Jacky cuando él se fue. Yo pudiera ser la persona a quien tiene en sus brazos, a quien acaricia dulcemente, a quien ama, pero no es así, ya no.

-Sí-miento tal y como ella lo hizo. Soy feliz con Gerald no sé porque pienso en él aun, Gerald también me sonríe y me ama, entonces...¿Qué es lo que me pasa?-Disculpe, Gerald esta esperándome, me voy.

-Sara-me llama Camila-Hace tres años...si peleé contigo fue porque en verdad amo a Seba y no sabia que hacer, pero en ese entonces tú y él...

-Tranquila, tú eres quien permanecerá con él siempre. Que no se te olvide, cuida de él y de tu hijo Camila adiós- ya me lo quitaste Casimiro, déjame en paz. Salgo rumbo al café donde Gerald me espera, quien desde mi distancia se ve como un niño desamparado en una capucha de invierno. Escucho mi nombre a lo lejos desde atrás más no volteo no porque no sé quien es, si no porque no quiero verlo, ver a Sebastián. Cruzo la calle y corro hasta donde esta Gerald. Mi refugio.

La sonrisa de Gerald se borra, se convierte en un mirada sombría, horrorizada. Mira hacia mí, pero mira mas atrás y luego va al piso

-¡Walker!-corre en mi dirección, al final volteo, pero no veo a Sebas detrás de mí. Lo veo en la calle, esta tirado, como un muñeco sobre un charco rojo. Sangre.

-¡Sebastián!-soy la próxima en correr. Nadie lo toca, nadie llama a la ambulancia, muchos tiene su celular, pero solo graban. Yo no puedo moverme, mi cuerpo no responde cuando estoy cerca.

-La ambulancia viene de camino-dice Gerald atrayéndome hacia él. No lo dejes morir. Eso quiero decir, pero mi voz no sale solo lagrimas y llantos.

-No me dejes-logro susurra para mí-No aun, no estoy lista para que me dejes idiota.

-No se ira-Gerald me escuchó-te prometo que no dejaré ir al amor de tu vida - me mira. Su mirada es dulce y sincera como siempre algo esta amargado en él, claro el saber que Sebastián siempre ha sido mi mayor prioridad.

*****

La verdad no sé cuantas horas tenemos en el mismo lugar. Detrás de una sala de operación en traumatología. Cada minuto que pasa me pone peor, me siento sola, desprotegida tal y como me sentí cuando él se fue.

-Estará bien, tranquila-Gerald se sienta junto a mí y me da un café, trata de hacerme sentir tranquila, acompañada más no lo hará y lo sabe.

-¿Me estas jodiendo?-él me mira sin expresión-¡Tiene toda una vida metido en ese lugar! esta luchando por su vida, si no es que ya murió- no, aun no murió, pero el doctor sale y su cara no es la mejor.