Las Alas Del Universo

Capítulo 8

Naruto estaba algo aterrado con lo que estaba mirando a su alrededor por todas partes rocas escarpadas desfiladeros llenos de estacas afiladas como colmillos, grandes barrancos decenas de fosas de lava solidificada y una que otra llena de lava aun candente y al rojo vivo, es mas a un costado del camino fluía la lava mientras el y su recién descubirta abuela caminaban hacia arriba por la escarpada colina mientras el calor comenzaba a volverse mucho mas insoportable de lo normal –aaahh y yo que pensaba que los veranos en Konoha eran horribles este sitio es una maldita caldera- se quejaba el rubio mientras jalaba el cuello de su camisa tratando de aliviar el insoportable calor –deja de quejarte Naruto a veces suenas como Seiya- dijo su figura familiar mas cercana mientras marchaba frental ahora regañado rubio que no podía ver la sonrisa en el rostro enmascarado de la mujer la verdad era que el rubio a veces actuaba como su esposo y eso le gustaba mucho, pos su parte el rubio aun se seguía preguntando quien podría ser su mentor después de todo una persona que vivía en un lugar así tenia que ser alguien poderoso de eso estaba seguro camino detrás de Shaina un buen trecho hasta que al fin los dos llegaron a la cima de la colina viendo frente a ellos el paraje que les esperaba –bienvenido a tu nuevo hogar Naruto- dijo la amazona con una sonrisa maliciosa bajo su mascara mientras el rubio solo miraba al frente con ojos bien abiertos.

De regreso en el santuario la siempre feliz diosa estaba en su habitación bebiendo algo de te en el balcón mientras miraba a su amado santuario tan tranquilo y calmado como siempre había estado –ahhh extraño a Naru_chan – decía suspirando levemente mientras sonreía al imaginarse la cantidad de cosas que su flamante hijo había causado ya como para tener todo el sitio patas para arriba pero lamentablemente para su entretenimiento y afortunadamente para los pobres caballeros de plata quienes siempre acababan siendo las victimas eso no ocurriría ya que el rubio estaba lejos de ese sitio en ese momento –te extraño mucho Naru_chan pero se que te volverás muy fuerte y que tu gran maestro te entrenara como debe ser con amor comprensión y valor- se decía a si mismo la diosa que si bien nunca conoció al maestro del rubio lo imaginaba como alguien imponente, en eso no se equivocaba, muy fuerte, otro puto a su favor, amistoso bueno en realidad eso no lo era tanto, comprensivo…esta bien eso no lo tenia, piadoso…estaba por completo perdida y mas que nada esperaba que lo tratara con cariño…si la diosa en verdad no conocía a Kempachi pero bueno al menos sabia donde estaba el rubio –me pregunto que tan hermosa será esa isla, aunque el nombre es bastante feo pero bueno es una isla tropical y todas son siempre hermosas- se dijo a si misma con una gran sonrisa quizá alguien debió haberle dicho que algunas de esas islas podían de hecho ser de origen volcánico como era el caso de esa pero bueno ella era feliz si tan solo supiera.

De nuevo en la mencionada isla, el "paraíso" tropical se alzaba frente al rubio que miraba como ese sitio estaba por completo desprovisto de vida con uno que otro árbol bien muerto lagos de lava o estanques de agua burbujeante e hirviente, columnas de ceniza elevándose a la distancia y sobretodo podía ver los esqueletos a medio cocinar de muchos animales de todos tamaños regados por todo el paramos desolado y aplastado –este sitio es el paraíso cachorro te sacaste la lotería- decía un feliz demonio de nueve colas que casi lloraba de la felicidad al ver el "hermoso" lugar donde el rubio iba a entrenar para volverse un caballero, en ese momento Naruto se cuestionaba seriamente las facultades mentales de su eterna voz interna después de todo lo que estaba ante el distaba mucho de ser lo que el llamaba un paraíso pero bueno era un demonio que se podía esperar del poderoso Kyubi no youko el tan publicitado rey de los bijus
-bien Naruto busquemos a tu maestro- dijo Shaina antes de dar un paso y romper un viejo y quemado hueso erizando la piel del rubio
-este…no podrías entrenarme mejor tu obachan por favor este sitio me da mala espina- decía el nervioso rubio mientras la mujer de armadura morada solo le miraba con duda
-Naruto no tengas miedo después de todo si quieres ser un caballero de Athena debes aprender a lidiar con esta clase de lugares y con toda circunstancia- recito la mujer con calma