Las Alas Del Universo

Capítulo 23

Naruto avanzaba despacio alejándose de la zona de la batalla, tras el la hermosa mujer pelirroja le miraba avanzando a paso lento con aquella caja en su espalda al tiempo que sus compañeros rebeldes le dictaban las noticias al recuperado Mizukage que solo asentía con cierto pesar a sus palabras en verdad había hecho demasiadas cosas horribles en ese tiempo que estuvo perdido bajo el control de alguien más, al mismo tiempo Mei tomaba una nota que debería atender pronto.

– (Dialogar con Yagura sobre ser embajadora de Kiri en Konoha o donde Naruto_kun viva)- una sonrisa aparecía en el rostro de la bella mujer al tiempo que el caballero de ojos azules avanzaba despacio hacia el bosque cercano.

-¿qué te molesta cachorro?- pregunto el zorro recostado sobre la gran caja de Naruto al tiempo que este avanzaba despacio.

-El sharingan eso me pasa, no sé porque pero eso me da mala espina- fue la respuesta del rubio a lo que el zorro asentía la verdad sea dicha el detestaba ese ojos como nadie tenía una idea.

Naruto camino despacio en el sendero cuando de pronto se detuvo en seco, su rostro se giró a un costado justo al sitio donde aquellos espectadores inesperados les habían vigilado, con el grupo de la nube nadie se movía en realidad no estaban seguros de si el rubio era aliado o enemigo y no deseaban correr riesgos innecesarios por eso mismo no se movían para no delatar su posición –sé que están ahí, salgan de una vez que la gente de Kiri necesita algo de apoyo- hablo el rubio con una voz amigable haciendo que los nervios de los ninjas de la nube se crispasen ni idea de cuando fue que el los noto en ese sitio pero ninguno tenía deseos de ser visto.

–Está bien- el grupo escondido miro en esa dirección era muy extraño que ella fuera la imprudente pero ahora mismo lo estaba siendo y no comprendían el porqué, frente a Naruto una hermosa chica rubia de rostro serio cabellos cortos ropas algo ceñidas y pechos ciertamente grandes aparecía ante él, usaba una falda dejando al descubierto sus hermosas piernas mientras el rubio le miraba con una duda en su mente

– (¿Qué todas las kunoichis hermosas tienen pechos casi tan grandes como los de Harribel_chan?)- se preguntó el rubio al tiempo que la aludida de nuevo estornudaba sin razón aunque era más que claro que lo que ella tenía como recursos eran más grandes que los de esta mujer que se plantaba ante Naruto.

-los asistiremos de inmediato, gracias por derrotar a Yagura- fueron las palabras calmadas y serenas de aquella mujer a lo que el rubio asintió con calma mientras tomaba su mano dándole un beso, fue lo más increíble que alguien pudiera creer pero sus mejillas se tiñeron suavemente de rojo.

-Era mi deber como caballero de Athena, bueno me despido hermosa princesa- y se alejó caminando despacio antes de girarse de nuevo hacia ella con esa sonrisa en su rostro –soy Naruto por cierto- y volvió a caminar mientras escuchaba la respuesta de esa mujer.

-Mi nombre es Samui- dijo ella con calma al tiempo que el zorro en la caja del rubio solo negaba al tiempo que seguían su camino.

-¿Qué buscas acaso fundar un pueblo con tantas mujeres cachorro? Si ese es el caso deberíamos ir a un par de lugarcitos por ahí que conozco, jejejeje- hablo el kitsune con una sonrisa pervertida en su cara al tiempo que Naruto solo enrojecía ante las palabras del mencionado biju.

-¡Oh cierra la boca Kurama!- regaño el rubio al zorro al tiempo que seguían su camino despacio por aquellos bosques para regresar al punto de encuentro con sus compañeros caballeros.

Justo en ese momento en el camino solitario en medio del bosque avanzando despacio mientras dejaban tras de sí a un grupo de abatidos bandidos que no tenían idea de qué clase de fuerza les paso por encima un par de caballeros de bronce avanzaban a paso firme en dirección a su meta, el punto de encuentro estaba relativamente cerca considerando que ellos fueron los que viajaron más cerca cuando el momento de la división llego.