Capítulo 22

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Los ojos de Mei Terumi estaban abiertos y llenos de miedo en ese momento, frente a ella y a Naruto se alzaba la razón de la rebelión en el país del agua, era nada más ni nada menos que el mismo Yagura, el Yondaime Mizukage que se alzaba ante ella con una mirada dura e insensible que avanzaba despacio al poblado donde el caballero del fénix recién había conseguido una gran victoria, si Naruto en realidad no tenia idea de quien era ese sujeto pro el aura a su alrededor no le agrada en lo más minino

– (Este sujeto es peligroso, su aura se siente llena de ansiedad y muerte, es peligrosa no como la de sensei sino mas)- pensaba el caballero ojiazul al tiempo que el pequeño kitsune a un lado del camino observaba al hombre que se erguía ante su antiguo contenedor y de inmediato lo supo con tan solo olfatear un segundo el aroma de Yagura que se agitaba en el viento al tiempo que sonreía hacia el dúo de guerreros

-(Cachorro, ten cuidado uno de mis hermanos esta sellado dentro de ese hombre)- hablo con ese vinculo mental Kurama al tiempo que Naruto le escuchaba con calma y atención

-(Ya veo, entonces por eso me parece peligroso, aunque ¿no debe ser muy diferente de los demás ninjas o sí?)- estaba mas que claro que para alguien como Naruto un sujeto con el poder de Yagura no representaba en realidad demasiado desafío pero estaba equivocado

-(No te confíes cachorro, un junchuriki es mucho mas poderoso que un ninja normal y si es un Kage entonces no debes subestimarlo)- hablo el demonio de las nueve colas con calma mientras se alzaba del suelo y miraba con atención la escena frente a el

Yagura miraba con una sonrisa a Mei, ella era su blanco y lo que deseaba más que nada eliminar en ese momento pero entonces un destello del sol ligero reflejado en la armadura le hizo voltear con curiosidad al rubio armado que se mantenía entre él y la pelirroja.

– ¿y tú, que se supone que eres? Alguna clase de mercenario, si es así la rebelión debe estar en verdad desesperada jejeje- se burlaba el hombre de la niebla al tiempo que Naruto se mantenía firme y sereno ante sus palabras que claramente solo buscaban provocarle para que atacase sin medir consecuencia alguna, pero claro el no reacciono de ese modo sino que le regreso una sonrisa semi inclinada al tiempo que negaba a sus palabras

–Lo siento pero mercenario no soy… ¡soy un caballero de Athena!- exclamo con fuerza el rubio mientras esa sensación le inundaba, no estaba seguro de que era pero algo le indicaba que el peligro era inminente, el chakra de Yagura se había comenzado a mover momentos antes y justo en ese instante estaba ya tocando el agua del lago cercano al poblado, era una capacidad muy bien entrenada de su parte y justo en ese momento decidió usarla para aplastar a su enemigo

–¡Caballero, mercenario, eso no importa nada ya que si de todos modos acabaras muerto creo que eso me da igual!- y a lado de la aldea se alzo, los ojos de Mei se abrieron enormes con la sorpresa mientras Naruto veía como la enorme masa de agua ase alzaba al cielo antes de caer con fuerza como un mazo gigante de agua que se desplomaba sobre ellos con una fuerza brutal, la escolta de Yagura cerro los ojos ante el golpe sintiendo el impacto a manera de empatía sin duda había sido un violento impacto que destrozaba el suelo alzando escombros mojados mientras las cejas de Yagura se alzaban con curiosidad al ver justo frente a el a nada de su enemigo no quedaba ni un solo rastro del dúo, a una distancia corta los ojos de Mei se abrían con calma mientras sentía los brazos rodeándole, estaba suspendida del suelo sujetada contra el pecho cubierto de Naruto que la alzaba del suelo mientras que le sonreía a la hermosa mujer

-No te apures Mei_chan, con algo tan lento nunca me tomaría por sorpresa- dijo el rubio al tiempo que bajaba a la ojiverde que solo sonreía a sus palabras

-Sí que eres rápido, aunque olvidaste a tu amigo- dijo ella señalando al poblado del cual había salido ligeramente mientras que el rubio negaba a sus palabras

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