Todo era silencio dentro de la residencia temporal de los caballeros en la aldea de la hoja, la llegada se la diosa de cabello violeta había sido inesperada pero bien recibida con todo y lo que llegó con ella, por la mente de los jóvenes caballeros pasaba una vez más la escena que se llevó acabo al pie de la torre de Sarutobi, Naruto había recibido una de las noticias más inesperadas de toda su vida, su madre, Sara reencarnación de Athena, la llamada diosa eternamente virgen, fue todo un shock el enterarse de que estaba casada y más aún con un hombre del que nadie sabía absolutamente nada, fuera de que parecía ser muy poderoso y temperamental pues su pequeño momento en la a venir principal de la aldea dejaba en claro que con él era mejor no jugar, o eso fue lo que pensaron las personas con más sentido común, — oye tú, loco del tenedor gigante que se supone que hiciste? — todos los que tenían sentido común se alejaron de Poseidón, pero claro Arashi no tenía mucho sentido común que se dijera, por eso mismo estaba de pie justo frente al dios lanzando una mirada por demás retadora hacia el dios reencarnado, los ojos del Rey de los mares se posaron sobre el joven de cabello rojo, no sabía quién era el del todo, sólo lo veía hablando ese evidente parecido con Naruto, sólo que con un color de cabello diferente, eso era en todo en lo que diferían físicamente hablando, pues la presencia de Arashi era absolutamente inferior a la del caballero del Fénix quien, aún en shock veía la escena ante el con la boca por completo abierta, ese hombre era su padre, que extraño se oía eso; — tienes una idea de a quién te estas dirigiendo pequeño estúpido — Nami rara vez se molestaba, pero ahora mismo no estaba de buen humor quizá porque no la dejaron salir a "recolectar" recuerdos, o quizá solamente por la mirada poco santa que le lanzó Arashi al verla, fuera cual fuera la razón la sirena no estaba dispuesta ser amable con quien no lo merecía, — a quien le importa quién es este, debería largarse antes de que decida acabar con él, y a todo esto quien eres tu preciosa, no te gustaría ser la matriarca de mi nuevo clan — le lanzó una sonrisa y como respuesta Arashi sólo recibió un gesto de asco de parte de Nami, ahora más que antes él le caía peor.
— No gracias, primero dejaría que un kraken me triturara antes de dejar que me pongas una mano encima cretino — Arashi frunció el ceño, era la segunda mujer que lo rechazaba pese a ser el "gran" Arashi Namikaze, hijo del poderoso Yondaime y último varón Uzumaki del mundo, según el claro está.
— Eres tan estúpida como las demás, ninguna mujer en ese grupo sabe que es bueno, si hasta incluso tienen un estorbo de pelo rosa, deberían deshacerse de ella antes de que les cause problemas — y Arashi cavo su tumba, profunda y muy oscura.
Ya le había faltado el respeto a dos Amazonas que fácilmente podrían acabar con su vida, y ahora estaba siendo por completo un cretino con Yachiru, la joven amazona del viento se le quedó viendo con un tic en una de sus cejas, ese pelirrojo se veía casi idéntico a su querido rubio, pero era por completo un idiota, la había llamado estorbo, algo que no pensaba tolerar, Naruto incluso se sintió muy tentado en acabar con Arashi por tal ofensa, pero todos se detuvieron al sentir la ira asesina de cierto padre, Arashi no lo dijo, pero cuando Kempachi se le quedo viendo de ese modo casi se mojó los pantalones, más aún con esa aura aterradora que envolvía al poderoso caballero de plata, Kempachi dio sólo un paso hacia el con una sonrisa tenebrosa y torcida, Naruto la recordaba bien, fue la misma que le lanzó a esos marinos que llegaron a la isla de la reina de la muerte ansiosos de descanso y de mujeres, los pobres diablos espiaron a Unohana mientras se daba un baño y fue lo último que se supo de ellos, pues su maestro no dejó nada de ellos en aquella isla, Kempachi haría lo mismo, iba a hacer de Arashi un montón de confeti por atreverse a decir cosas tan ofensivas sobre su princesa, y que se pareciera a Naruto sólo hacía que el caballero del parche se emocionara aún más, iba a disfrutar eso bastante, — no hagas nada Kempachi — y así de la nada la diversión del caballero se acabó sin siquiera empezar, Sara había hablado y él tenía que obedecer por más ansioso que estuviera de darle lo suyo al pelirrojo, — los estúpidos como el no merecen sentir el poder de un caballero, sería un honor para el sentir tu poder, déjalo en paz, dudo que llegue a viejo y será más piadoso dejar que lo mate un ninja enemigo a que tú lo hagas añicos de un golpe — y esa fue Sara, tan sutil y piadosa como siempre era, sus ojos quizá eran calmados pero su aura no, se sentía una gran cantidad de enojo contenido dentro de la "dulce" diosa que mantenía sus ojos sobre el pelirrojo, Arashi no sabía que estaba pasando ahí, sólo sabía que esa mujer era intimidante de un modo que jamás creyó posible, por desgracia para el su sentido común nunca fue capaz de responder bien ante el desprecio de los demás, — escucha pequeño cretino, hablar de ese modo a una amazona es pedir la muerte, así que hazte un favor y cierra el pico, antes de que decida dejar que te hagan pedazos, ni creas que porque te pareces a mi hijo Kempachi tendría piedad de ti, sería todo lo contrario — en ese punto Naruto incluso sintió escalofríos, no era un secreto lo sobreprotector que era Kempachi con Yachiru, por ello que ella tuviera una relación con el rubio le molestaba tanto, la idea de que lo que pasará a su hermano sería una pizca de lo que le quería hacer a él era más que suficiente para que Naruto pidiera auxilio a la única persona capaz de hacer entender a Kempachi, su suegra... que diga la madre de Yachiru, Unohana.
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Las Alas Del Universo
FanfictionIgnorado en favor de su hermano, nacido con una incapacidad para el uso del chakra y destinado a la grandeza, Nauto ha de emprender una lucha contra la maldad absoluta guiado por su corazon y acompañado por sus amigos, impulsado por un poder asombro...