Capítulo 11

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Naruto estaba mas que estupefacto ante la hermosa mujer que se alzaba frente a el era sin duda una chica incluso mayor que el quizá de unos 20 años y sin duda hermosa de rostro perfecto y muy delicado sin mencionar de sus hermosos ojos aunque cuando ella salió por completo del agua con ese pez en sus manos fue que el rubio pudo verla bien al final de cuentas no solo tenia un rostro hermoso era a falta de mejores palabras simplemente perfecta, usaba una especie de armadura de color grisáceo lisa y de forma muy singular, constaba de una botas largas hasta las rodillas y una especie de falda que cubría su zona intima con retazos de metal colgantes mientras una especie de protector metálico se envolvía alrededor de su entrepierna, sus brazos estaban revestidos de las clásicas protecciones metálicas mientras que sus hombreras eran mas bien altas y asemejaban a aletas largas y un poco curvas mientras que su protector pectoral lucia bastante grande conteniendo apenas unos pechos redondos y enormes copa d seguramente si no es que un poco mas grandes, la mayor parte de su piel podía verse bajo esa armadura dando a entender que fuera de ella no usaba ropa alguna pero algo de lo que mas llamaba la atención de Naruto era eso que colgaba de su cuello que casi parecía una especie de dentadura de algún animal marino de grandes colmillos afilados.
-dime ya terminaste de revisarme o quieres seguir haciéndolo- preguntaba ella con una voz calmada aunque eso si algo irritada
-perdona no sabia que había mas personas en esta isla aparte de nosotros… soy Naruto por cierto Naruto Namikaze - se puso de pie extendiéndole la mano mientras se presentaba hacia mucho que el Uzumaki había dejado de ser parte de el y ahora solo usaba el apellido de su padre
-Harribel, Tier Harribel amazona del tiburón- se presento la mujer al tiempo que el rubio estrechaba su manos y como le había enseñado una amigable Retsu besaba el dorso de la mano como todo un caballero

Estuvieron platicando sobre sus vidas y sobre como era que ella vivía en esa isla si nadie dentro de la misma la conocía al parecer ella junto a su maestro eran los encargados de mantener la isla a salvo de curiosos y de vitar que se metieran en problemas provocando innecesariamente al siempre "amigable" Kempachi quien claro que no se iba a rehusar a darles un escarmiento por pisar su isla –Harribel donde has estado?- preguntaba un viejo hombre apareciendo de la nada era algo mayor mucho mas que Kempachi inclusive tenia una gran barba y estaba calvo aunque eso si el aura a su alrededor era por mucho mas poderosa que la de ella casi estaba a la altura del mismo Kempachi y eso era decir mucho, se presento como Yamamoto el mentor de la chica y guardián de las costas de esa isla un hombre en verdad enigmático aunque eso s muy amigable a pesar de su seriedad por un momento le recordó al viejo Sarutobi, se alejaron despacio por la playa mientras que el rubio les decía adiós esperando poder volver a encontrarse con ellos y con la mujer que en cuanto su maestro apareció se coloco esa quijada tan peculiar en el rostro al tiempo que le saludaba, se perdían poco a poco a la distancia mientras que el rubio solo les miraba alejándose –hasta luego Yamamoto_jiji, espero verte de nuevo Harribel_chan!- y el rubio se dio la vuelta para comenzar a caminar en busca de una ruta para regresar a la meseta superior porque eso si no iba a escalar ese risco por mas directa que fuese la ruta
-el te vio sin la mascara verdad- preguntaba el calmado hombre de la gran barba mientras que su alumna solo respondía con calma
-si maestro lo hizo- dijo la mujer de cabellos rubios al tiempo que Yamamoto asentía a esas palabras
-la ley dice que deberías matarlo aunque ese sonrojo dice todo lo contrario verdad- tenia una sonrisa cómplice en su cara al tiempo que ella lo miraba con algo de sorpresa
-no se de que esta hablando sensei- y se alejo a toda prisa mientras que el hombre solo negaba

No era tonto y desde que supieron que había alguien nuevo en la isla ella anduvo curioseando en busca del mismo y claro que lo encontró muchas veces la siguió sin que lo notara para verla espiando el singular entrenamiento del rubio del cual una y otra vez el se levantaba del suelo para seguir adelante porque se lo había prometido a sus amigos y familia, eso siempre fue muy importante para ella mas cuando su familia fue separada aun podía recordar el día que la hallo tras aquel maremoto que salió de la nada hacia tantos años entrenaba en el archipiélago de aquella isla y cuando la gran ola golpeo el poblado se llevo todo sus amigos murieron como sus padres y la herida y agonizante niña flotaba en el agua, el la salvo y la cuido lo mejor que pudo hasta que se prometió ayudarle a superar su dolor y le ofreció volverse una amazona nunca espero que se volvería una tan buena como lo era pero siempre el recuerdo de su familia destruida le golpeaba aun culpandose por no haberles podido salvar pero como el mismo decía no pudo hacer nada aquel día y culparse no valía la pena, por eso mismo estaba tan fascinada con Naruto su determinación por su familia era inmensa y secretamente generaba una cierta admiración en la mujer que solo le espiaba de vez en cuando aunque de algo estaba seguro el viejo maestro si ella lo conociera seguramente serian amigos aunque por el sonrojo que vio en sus mejillas sus ideas parecían haberse quedado cortas en cuanto a lo cercanos que iban a poder volverse y eso francamente le agradaba después de todo el no iba a estar con ella para siempre y era bueno que empezara a pensar en conseguir una familia y seguir adelante para abandonar esa isla y quizá establecerse en el santuario y si se establecía con el mencionado rubio el en definitiva no se iba a oponer, la amaba como a una hija y el joven rubio hijo adoptivo de la misma diosa Athena si que seria una buena elección.

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