Desde las Sombras | L Lawliet | Death Note

2. Rivalidad

Winchester, Inglaterra

Scarlett despertó un poco tarde y al levantarse se sintió algo mareada, aunque para ella eso era normal casi todas las mañanas. Se dirigía al baño pero le pareció escuchar algunos murmullos afuera de su habitación, así que abrió la puerta y se sorprendió de encontrar a dos conocidos chicos.

—Disculpen, ¿se les perdió algo?

Matt y Mello, probablemente el par de amigos más populares de Wammy's eran los responsables de los murmullos y ahora se encontraban apenados.

—Lo sentimos, hace un rato escuchamos que habías llegado hasta aquí con L y no resistimos la curiosidad —dijo el pelirrojo.

—Bueno, parece que él no está aquí, pueden irse —dijo Scarlett.

—Bah, esperamos todo este tiempo para nada, será mejor irnos Matt —esta vez habló el rubio.

La joven volvió a cerrar la puerta, se aseó y luego decidió ir al comedor, aún a sabiendas de que se encontraría a muchos niños ahí por la hora. Al llegar visualizó la mesa en donde estaban sentados Mello, Matt y Linda, así que creyó que sería buena idea sentarse con ellos, pues eran de las pocas personas que no la miraban raro dentro de la cafetería.

—Hola chicos, ¿Puedo sentarme aquí? —preguntó, tomando por sorpresa a sus compañeros.

—Claro, adelante —respondió Linda casi de inmediato.

—Así que hoy te decidiste a salir de la habitación, ¿Eh? —habló Matt esta vez, aún sin apartar la vista del Nintendo en sus manos.

—Bueno... Fui interrumpida por un par de niños curiosos, así que decidí venir a comer con ellos —rió un poco, provocando un pequeña sonrisa en Linda, quien se sentía contenta de ver a su "amiga" —como ella la consideraba— integrarse un poco.

Por su parte, Matt no respondió algo más y Mello... Él ni siquiera estaba poniendo atención, ya que su mirada estaba ocupada en algo más, o mejor dicho, en alguien más. No tan lejos, un joven albino se acercaba a la barra de comida, con paso lento, incluso parecía que somnoliento.

—Tierra llamando a Mello, ¿sigues ahí? —dije Scarlett soltando una discreta risa.

—Por supuesto que estoy aquí, pero esa estúpida pelusa arruina mi comida —Mello hizo una mueca de desagrado.

—Ni siquiera se ha acercado a nosotros Mello, no seas grosero —habló Linda esta vez.

—Pues mira nena, ya lo has invocado —dijo Matt que finalmente apagó su consola para comer.

Los cuatro dirigieron la vista hacia el albino, quien se acercaba con su charola en las manos hacia nuestra mesa.

—Vaya Scarlett, dichosos los ojos que te ven —dijo el recién llegado. —Me alegra que al fin hayas salido, me pregunto si L tiene algo que ver con este cambio.

—No deberías meterte en los asuntos que no te importan, niñito —Mello alzó la voz de inmediato.

—Ey, tranquilos chicos —intervino Linda.

—No hay necesidad de pelear. Mello, Near; no quisiera provocar una discusión entre ustedes por mi culpa, si quieren, me retiro —dijo Scarlett buscando que los chicos no iniciaran una pelea. Al parecer funcionó, pues al instante, ambos jóvenes se tranquilizaron y tomaron sus asientos.

—No es necesario, Scarlett, el problema no eres tú, el problema es este niñito tonto que juega a ser el mejor todo el maldito tiempo ¡Aún cuando todos sabemos que yo soy el mejor! —exclamó Mello.