12. Engaño

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Kantō, Japón.

—Buen día, señores —saludó Scarlett al equipo de investigación, que se encontraban en la sala, como de costumbre. —En este momento Ryuzaki se encuentra un poco... Indispuesto. Así que me pidió que permaneciera aquí, con ustedes.

Scarlett no mentía, L no estaba sintiéndose del todo bien, probablemente debido a un resfriado. Aunque él aseguraba encontrarse bien, ella no estaba de acuerdo y prácticamente lo obligó a quedarse en reposo mientras ella se encargaba de la mayoría de cosas, ya que desde luego, aún con el malestar, L era firme en no querer descuidar a Light ni un segundo.

—¿Qué tiene? —preguntó Aizawa.

—Está resfriado. Pero descuiden, es un mal menor, estoy segura de que pronto podrá mejorarse.

—Y ahora, ¿Qué se supone que haremos si los asesinatos se han detenido? ¿Eso hace culpable a Light? —esta vez era Matsuda.

Scarlett suspiró y se sentó junto a los demás.

—No voy a negarles que Ryuzaki mantiene sus sospechas sobre Light, especialmente después de que los asesinatos pararon, pero desde luego esto no es evidencia suficiente para acusarlo.

—Alguien podría estarlo inculpando —mencionó Aizawa.

—Pero entonces esa persona tendría que saber que Light se encuentra en confinamiento.

—Bueno, no es tan complicado dado que al estar encerrado, Light no ha asistido a clases.

La plática continuó unos segundos mientras el televisor seguía mostrando, como de costumbre, la grabación de Light. Fue entonces, que una voz proviniente de la pantalla llamó la atención de los presentes.

"... nada de ti"

—¿Escucharon eso? —preguntó Scarlett. —Light dijo algo.

—No, yo no escuché —dijo Matsuda.

—Yo no estoy seguro, escuché algo pero no logré entender -dijo Aizawa.

Repentinamente, Light se puso de pie y comenzó a actuar completamente asustado, miró con desesperación a la cámara y comenzó a hablar.

—¡Sáquenme de aquí! —exclamó. —Por favor, yo no soy culpable. ¡Sácame de aquí Ryuzaki!

Los presentes se miraron extrañados, pero antes de que cualquiera de ellos pudiera decir algo más, se escuchó otra voz, proveniente de una de las bocinas de la celda de Light.

—Lo siento Light, pero tú mismo me pediste que no te liberase sin importar cuánto lo pidieras —era la resfriada voz de L.

¡Pero te lo digo en serio! ¡Yo no soy Kira!

—Ay, pobre Light —se compadeció Matsuda. —Quizá deberían liberarlo

—Él mismo lo pidió, que dijera lo que dijera, lo mantuvieramos ahí —respondió Scarlett con seriedad.

"¿Qué estás planeando ahora, Yagami?" -compartieron pensamiento Scarlett y L.

*

Un rato más tarde, la joven investigadora logró escabullirse de la conversación aun bastante activa entre los miembros de la policía para llevarle un té a L.

—¿Cómo sigues? —preguntó ella, dejando el té a un lado del joven.

—Estoy mejor. Te dije que solo era un resfriado sin importancia.

—Aun así, es mejor que por el momento no te fuerces mucho en hablar, ¿no crees?

—Sí, aunque tengo muchas ganas de discutir con los demás acerca del repentino cambio de comportamiento de Light. Sinceramente no lo entiendo.

Desde las Sombras | L Lawliet | Death NoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora