11. Inesperado

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Kantō, Japón.

Habían transcurrido ya 5 días desde que Light Yagami había entrado en confinamiento. Tiempo en el cual los asesinatos se habían detenido por completo.

No se podía decir que L estuviera del todo satisfecho con ello, ya que si bien, esto podría mostrar la culpabilidad de Light, el detective temía que en cualquier momento algo sorpresivo ocurriera, algo que pudiese alterar todo el caso que, secretamente, estaba construyendo en contra de Light.

Scarlett y Watari apoyaban a L vigilando de vez en cuando las cámaras de seguridad, especialmente cuando él necesitaba bañarse o intentar descansar, aunque esto último se le hacía extremadamente difícil debido al suspenso que le significaba observar a Light día y noche.

El comportamiento de Yagami había sido bastante normal, se le veía todo el tiempo tranquilo, durmiendo, comiendo o simplemente meditando, aún con esa oscura mirada en sus ojos.

El resto del equipo de investigación estaba de acuerdo en que era extraño que desde que Light estaba encerrado, las muertes se hubieran detenido. Fue esto lo que llevó al Jefe Yagami a pedir que él también fuese puesto en confinamiento, por el fin de la investigación.

—¿Sabes? —dijo Scarlett de repente, bebiendo un poco de té y mirando a L. —Realmente admiro mucho al Jefe Yagami; a pesar de que su hijo es el principal sospechoso, él... Se mantiene tan firme, tan comprometido con el caso, eso también hace que me dé algo de pena por él.

—Soichiro Yagami es un hombre justo en toda la regla —afirmó L. —Qué pena que Light sea hijo suyo.

—Aunque quizá si Light no fuera su hijo en primer lugar, él no sería Kira. Quizá Kira no existiría.

—Es verdad. Hay acciones tan simples que pueden cambiarle por completo la vida a alguien...

Scarlett no pudo evitarlo. Hablar de ese tipo de cosas, sobre cómo una acción tan sencilla determina el destino de una persona, la había pensar muy fuertemente en su hermano. Dando otro sorbo a su té, se perdió entre sus pensamientos acerca de cómo ahora su percepción de L había cambiado tanto.

Ella estaba segura de que lo que más habría querido su hermano es que ella fuera feliz, pero también había momentos en los que se sentía un poco desleal a Alex por estar tan apegada a L. Aunque si lo pensaba, tampoco era que L hubiera obligado a nada a su hermano, quizá había algo más detrás de aquella trágica pérdida... Tal vez algún día podría investigar más a fondo qué fue lo que realmente llevó a su hermano a acabar con su vida.

Pero por ahora, y muy en contra de sus sentimientos de culpa, tenía que admitir que L le gustaba y mucho. Y sobre todo, que esos momentos de tensión romántica que estaban teniendo últimamente, iban a terminar detonando cuando menos se lo esperaran.

—Te quedaste pensativa —le comentó L sacándola de sus pensamientos. Cuando ella lo miró, él esbozaba una apenas perceptible sonrisa.

—Lo siento. Solo pensaba en asuntos de trabajo.

—No dejes que tu trabajo te consuma.

Scarlett se soltó a reír.

—Lo dice el mismo sujeto que quería meter una pantalla al baño para poder vigilar a Light Yagami mientras se bañaba, incluso cuando yo ya me había ofrecido a vigilarlo.

—Solamente quería asegurar. Cuando lo dices así, suena muy extraño.

La joven dejó de reír. Se puso de pie y aunque sintió ganas de sentarse a un lado de L y seguir platicando, decidió que era más importante empezar a ponerle un nombre a lo que fuera que ellos estaban teniendo.

Desde las Sombras | L Lawliet | Death NoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora