Resiliencia | Steve Rogers (LRDLE 2#)

Capítulo 30

—Hay una pista sobre Rumlow— la voz de JUNE despertó a la pareja. Ambos se sonrieron a la vez que se vestían. A pesar de haber dormido pocos ambos conocían sus respectivas obligaciones. Rebecca había perseguido aquel momento. Nunca había hablado con su marido sobre lo que había pasado cuando se separaron en Washington. Tampoco había terminado de procesar el amor que le tenía al hombre. Sin embargo, tenía ganas de vengarse de lo que le había hecho a Steve en su anterior misión.

—Te aviso, antes de nada, es probable que te quedes— el rubio se estaba calzando cuando habló. Tenía claro que necesitaba proteger a la mujer. Además, sabiendo que tenía una amenaza de muerte en la cabeza y que había tenido una vida amorosa con la persona que iban a buscar se negaba a que fuese.

—No serás capaz — incluso si tenía sentido, Becca sintió su sangre hervir. Era cierto que el asunto era demasiado personal, pero era tan personal para ella como para él. Antes de responder Steve se levantó para estar frente a ella. Agarró una de sus manos y con la otra acarició su mejilla.

—Te lo digo siendo completamente serio. No me fio nada de ese hombre, menos cuando tiene una diana puesta en tu espalda. Quiero que te quedes aquí y sigas con la búsqueda de Héctor Ayala — la voz de Steve no temblaba. Él llevaba sabiendo que no expondría a su novia a aquello mucho tiempo, más del que quería aceptar.

—No es justo, Rogers, sabes que soy perfectamente capaz de llevar la situación. Es la segunda vez que me haces esto — respondió Rebecca sintiendo como su energía empezaba a alterarse a la vez que el cabreo aparecía.

—Lo sé, pero no quiero arriesgarme — intentó acercar a la chica, en su lugar ella soltó su agarre y se alejó mínimamente. Le miró a los ojos seriamente para poder escuchar lo que tenía que decir sin sentirse nublada por culpa de su tacto — eres un objetivo claro, y no puedo arriesgarme a perderte. Si estás ahí y también está Rumlow...sé que tendré miedo y estaré más atento a ti que a la misión. Mira... Sé que te lo imaginas, pero tienes una amenaza de muerte, Becca, y al igual que no mandaría a ninguno de nuestros amigos; no eres la excepción — los ojos de la morena se aguaron al escuchar a Steve. No habían pasado 24 horas y ya se estaban peleando. La vida no les trataba bien, nunca. Sus ojos pasaron al violeta, sus puños se cerraron antes de que hablase.

—Sé que quiere matarme. Ya lo intentó en DC — habló con la poca calma que le quedaba en el cuerpo — sé perfectamente lo que hay que hacer. Y sabes que le conozco perfectamente y soy la que debería de enfrentarse a él; le entrené yo misma para que fuese el mejor de su promoción porque perdió contra mí, Steve. Sé cómo lucha y sé cómo piensa — era la primera vez que Steve escuchaba a la mujer hablar de su pasado con el exagente de STRIKE. Esperó unos segundos antes de responder.

—¿Sabías que te iba a apuntar con la pistola cuando entramos al Triskelion? ¿Sabías que había montado todo lo de México para herirme? — preguntó de manera simple y retórica Steve. Rebecca le miró con odio por primera vez en años. Stark le había contado todo lo de DC, el resto...Seguro que Brock lo habría dejado muy claro — no es estable. Tiene una misión en mente y es acabar contigo. Si no puede, hacerte sufrir lo máximo posible.

No respondió. Estaba dolida, porque sabía que su marido tenía razón. Y le dolía saber que él volvería a enfrentarse a él sin ningún tipo de ayuda por su parte. No se quería quedar allí. No quería que él se alejase para pelearse con aquel loco. Steve se acercó cuando supo que ella no se iba a alejar. Apoyó su frente para poder susurrar y que ella se enterase.

—No me odies. Entiéndelo — pidió posicionando sus manos en las mejillas de la chica — no me hagas buscar la manera de obligarte porque sabes que es la manera de actuar. La adecuada. Sigue las reglas por una vez, por favor