Capítulo 33

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Habían decidido no utilizar los poderes de Rebecca e ir en avión, no por comodidad, sino por no llegar demasiado pronto al entierro. Steve no había parado de llorar y ella no sabía cómo actuar. Todo se le antojaba demasiado complicado. No quería molestar al hombre, ni hacer algo fuera de sitio.

La reina de los espectros no se dio cuenta de lo real que era la situación hasta que se vio frente a la iglesia. Otro funeral más, uno especialmente importante dado al servicio de la agente Carter. Su marido se paró, Sam y ella lo acompañaron al momento. Debido a todo el lío de los acuerdos, Crystal se encontraba en Nueva York bajo el cuidado de Visión. Tenía que seguir yendo al colegio.

—Voy a llevar el ataúd, ¿os importa guardarme un sitio en los bancos? — Ambos negaron, ella dejando su mano en su brazo en señal de apoyo.

Acabaron en la tercera fila, justo detrás de la familia de la difunta. Cuando la música sonó, todos se giraron. Rebecca fue incapaz de apartar la vista de Steve. Se preguntaba cómo sería la imagen de su propio funeral. Si la gente la querría tanto como a la exagente de SHIELD o sería un nombre destinado al olvido. También se preguntaba si él sería capaz de llevarlo mejor, confiaba en que fuera así. No quería hacerle más daño.

—¿En qué piensas? — susurró Sam en su oído al notar el dolor en su mirada. Ella negó y buscó una salida rápida.

—En que una gran mujer ha caído.

Si no le convenció la respuesta, el Halcón no volvió a responder. Al sentarse junto a ellos, Steve agarró su mano como si fuese el aire que respiraba. Estaba realmente destrozado. Ella dio un beso en su hombro antes de atender a las bonitas palabras de Sharon Carter. Como ella, otros tantos pasaron y antes de que se diesen cuenta, acabo el acto.

—¿Podéis esperarme fuera? Me gustaría despedirme de ella. — No respondieron antes de abandonar la edificación con el resto de la gente. A lo lejos vio a Natasha, no sabía que iba a estar allí. Se saludaron con un movimiento de cabeza y Rebecca solo pudo alegrarse de que ella estuviese allí.

—Vamos a darle el pésame a Sharon Carter, es la única familiar que conozco. — Una cosa que extrañaba a la morena era que Tony no hubiese aparecido. Por mucho que las cosas estuviesen tensas estaba casi segura al cien por cien de que Peggy Carter y Howard Stark habían sido cercanos. Por supuesto, tampoco le iba a preguntar.

—Buenos días, Rebecca. — Se dieron un apretón de manos antes de que hablase.

—Mi más sentido pésame, de verdad. Si necesitas cualquier cosa...— La rubia paró su intervención con una media sonrisa.

—Muchas gracias, sé que acudirías a mi llamada incluso si no acabase de perder a mi tía y te lo agradezco muchísimo. — Ambas sonrieron y ella volvió a hablar—. Y veo que debo felicitarte. Ese anillo es idéntico al de Steve. — Se sonrojó antes de asentir—. Mi tía se puso muy contenta cuando lo supo, enhorabuena.

Tras aquella extraña y corta conversación ambos se alejaron del gentío. Necesitaban un respiro.

—¿Cómo vas? — dijo la muchacha al Halcón, quien fijó su vista en la mujer de negro.

—Mejor que el viejo. — Miró al cielo y negó—. Debe ser complicado, ver a todos morir sin poder hacer nada. — Ella también miró al mismo punto, un avión dejaba una estela en el azul.

—Era el amor de su vida y la última de su cuadrilla. — Sus ojos se habían aguado, no por la mujer desconocida, sino por el dolor que cargaba por ver a Steve así de mal. Igual que con el desastre de Lagos había sufrido en silencio, no quería que el rubio viera su carga emocional.

Resiliencia | Steve Rogers (LRDLE 2#)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora