Resiliencia | Steve Rogers (LRDLE 2#)

Capítulo 14

Aterrizó en el bosque nevado en el que habían peleado con los esbirros del Varón Strucker hacía pocos días. Su mente no paraba de repetir el empujón de Steve, se enfadaría demasiado con ella. Lo conocía lo suficiente para saber que le molestaba aquello que la chica acababa de hacer. Sin embargo, no podía hacer otra cosa, tenía claro quién era y qué quería hacer, aquella adolescente necesitaba su ayuda y no se la iba a negar.

—JUNE ¿qué defensa hay? — preguntó hacia su máscara con calma, sabía que tenía tiempo.

—Hay un escudo que puede ser traspasado si se pasa con los camiones que llegarán en 15 minutos al camino del Este — en su mente aquel camino no existía, no sabía dónde estaba exactamente — está a casi 3 millas y media, al otro lado de la mansión — la voz robótica hizo que la chica maldijera antes de comenzar a correr mientras seguía sus direcciones, no se atrevía a usar los portales por si aparecía en una estancia llena de enemigos.

Llego 30 segundos ante de lo que necesitaba, en ese momento decidió que la mejor forma de entrar sería colarse bajo los camiones. Se dio prisa para tirar un árbol con su espada al camino lo suficientemente grande para que parasen. Se escondió de seguido escuchando el rugir de los motores.

—No es una táctica segura, puede fallar — la voz de JUNE en ese momento fue completamente innecesaria, le molestó el comentario. De hecho, bajó el volumen del pinganillo tratando de reducir aquel timbre con sabor a conciencia. El plan en sí era una locura, no podía dejar que su interfaz también le recordase aquello.

Cuando los coches se pararon Rebecca se coló debajo de una de las furgonetas para agarrarse a los tubos de manera costosa, trató de pegarse lo máximo posible para que no se notase que se encontraba allí (debía pedirle a Stark que pusiera imanes a su traje para la siguiente misión).

Escuchó como los pasajeros volvieron a subir. El auto comenzó a sonar antes de empezar a andar, pasó un poco de miedo por encontrarse con una piedra o algo así, por suerte, no sucedió. Dos minutos después había cruzado y esperaba para descolgarse. Cuando el coche volvió a encenderse para salir se dejó caer en el punto en el que no había nadie alrededor. Una vez se fue el coche, se levantó buscando puntos ciegos.

Era difícil pasar desapercibida teniendo en cuenta que lo único que había dentro eran robots. Aun así, eligió escalar por la pared con unos ganchos especiales que Fury le había regalado por su cumpleaños número 18. Se dio prisa, más por enfocarse en algo y dejar los pensamientos intrusivos sobre su novio de lado.

—JUNE, ¿cuál es el sistema de ventilación? — guardó los aparatos en su cinturón preparando un hechizo en sus manos para romper el acceso al conducto correcto.

—Ahora mismo pongo el plano en su máscara — agradeció mientras reconocía como el aire acondicionado la que se situaba en el ala este de la construcción. Se acercó con rapidez antes de romperla con fuerza. Contó hasta tres antes de entrar.

—Sé que no creías que esto fuera posible, pero puedo hackearme a mí mismo — la voz del multimillonario resonó en sus oídos. Ella bufó sin querer perder la calma por el delicado momento en el que se encontraba, sus suelas contra una pared, la espalda contra otra. Bajaba de manera cuidadosa de tal manera que su culo quedara justo en el siguiente conducto horizontal por el que había decidido ir — no hagas como si no me escucharas, por favor — solo en ese momento se fijó en que él estaba volando, el ruido se escuchaba a través de la llamada.

—¿Qué quieres, Stark? — susurró tratando de no perder el control, pues eso podía tirar por tierra el haber llegado hasta allí.

—Has dejado al Capi preocupado, aunque bueno, no me meteré en vuestros asuntos maritales — comenzó por lo que ella no quería escuchar cuando estaba suspendida en tuvo de metal con 50 metros de caída. Trató de no ponerse nerviosa. Había conseguido evitar los pensamientos sobre él, no necesitaba que Stark se los recordase.