_/\One Shots_ Inazuma eleven/\_

Nathan Swift

Narrador Omnisciente:

Una chica llevaba observando a un peli-azul durante demasiado tiempo, un poco más, y el chico se le acababa gravado en las retinas de sus ojos que aparentaban inocencia.

El nombre de la femenina de aquel lugar era Aiko Hareda.
Y el chico que observaba Aiko, era Nathan Swift, el defensa del Raimon.

Ya llevaba unos meses mirando como Nathan se esforzaba e intentaba ser veloz como el viento, o incluso más.
Algunos dirían que le estaba acosando y molestando. Pero no, Nathan sabía perfectamente de la existencia de ella. Y al darse cuenta de cómo la chica observaba sus entrenamientos la ofreció a que se quedara y no mirara desde lejos.

_¿Y cómo van tus clases Aiko? -dijo el chico dando un sorbo a su agua-

_Normal... como siempre -suspiró- últimamente ya se me hace aburrido el ballet, las competiciones... -miró hacia el cielo- ¿Y cómo te va a ti?

_Hace poco un amigo me a dicho que me decida de una vez, fútbol o atletismo y la verdad no se -rió nervioso- Me uní al club de fútbol solo porque Mark estaba muy ilusionado y desesperado en ese entonces, no pensé poder haber llegado tan lejos

_¿Pero hace falta que elijas? ¿No te puedes quedar con las dos?

_Si estuviera en los dos clubes no tendría tiempo a nada Aiko -suspiró-

_Entiendo, por cierto, mañana me van a cambiar a tu secundaria -me dijo con una sonrisa- mis padres accedieron

_Eso es bueno -le sonrió- esperaré a tu llegada -volvió a reír levemente-

_Entonces no dudes que llegaré

Los dos se dieron la mano como símbolo de despedida.

Desde el día que el chico de cabellera azul vio como aquella joven le observaba desde lejos sin pensarlo mucho la invito a que no se quedara ahí observando y que jugase con el.

Aunque la forma de negarse de Aiko, no fue del todo agradable, incluso Nathan se pensó si fue buena idea haberla hablado.

_¿Cómo te llamas?

_Aiko Hareda -respondió sin más- y no hace falta que te presentes, se quien eres, el fútbol sale ahora por todas partes -suspiró- (ahora a nadie le llama la atención mi baile por este absurdo deporte)

_¿Entonces te gusta jugar?

_Por favor -dijo mirándole con superioridad- este juego es de críos, que de divertido tiene correr tras una pelota y sobre todo, ¿tan entretenido es? ¡Un baile llega a ser más entretenido que eso de lejos!

_Bueno -dijo nervioso Nathan- Si es fácil, pruébalo entonces -le paso el balón-

La chica pudo pararlo con facilidad, después de todo la pelota rodaba de forma lenta, así que hubiera sido humillante que ni pudiera frenar el balón en ese estado.

A continuación se propuso a correr mientras conducía el balón, aunque más que correr en línea recta, hizo curvas en dirección a la portería.
Cuando estuvo dispuesta a tirar, dio mal al balón y este se desvió.

_Ese balón esta mal hecho o no lo has inflado, claramente iba a marcar -se quejó-

Ya pasaron 3 meses desde aquello, y aunque la chica lo negase al principio, le gustaba ver a Nathan a jugar al fútbol.
Incluso después de los entrenamientos de este, se quedaban media hora hablando, para después ir a sus hogares.