Ricardo Di Rigo

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Narrador omnipresente:

Era una noche fresca en la mansión de los Di Rigo, el hijo de aquella familia se quedó mirando por la ventana para ver como el agua resbalaba contra el cristal.

Sería la escena perfecta para componer una canción, pero su mente se mantuvo en blanco con solo sentarse en la silla enfrente del piano.

Hace días estaba bloqueado, no se le ocurría una bella melodía que pudiese componer para contentar a sus padres.

Estaba frustrado, demasiado, se había quedado bloqueado en la música, y eso la verdad era que no era bueno, aquel bloqueo tal vez duraría semanas en donde no podría disfrutas de la música, pero esas semanas se podían convertir en meses y esos meses en años.

Eso dependía de él.

Por el miedo de quedarse estancado acudió a su madre y le comentó sobre su problema, y la bella mujer le sonrió diciendo que solo se debía calmar y hacer las paces con la música y si eso no funcionaba iba a probar otra cosa.

—Oye Ricardo ¿Estás bien? te veo distraído

—Gaby... hace días que no puedo tocar una canción que me guste, estoy bloqueadísimo —soltó un fuerte suspiro

—Tal vez estás enamorado o te preocupa algo 

—¿Enamorado? Créeme que no Gaby, y preocupado la verdad que tampoco, por fin el mundo no está siendo destruido por el fútbol 

—Entonces no sé que podría ser, si no fueras tu, diría que es porque ya no te gusta la música, pero vamos estamos hablando de ti, lo cual sería algo demasiado extraño

—Tal vez deberías simplemente desconectar 

Los dos giraron para ver quien dijo aquello encontrándose a una chica acercándose a ellos mirando con mucho interés a un libro.

—Merodi, creía que llegabas mañana 

—Sip, debía llegar mañana pero surgieron unos problemas con los vuelos, así que si no venía hoy debía venir en una semana y el billete ya estaba comprado

—Ya veo, Ricardo ella es Merodi, es mi prima que viene de Hokkaido

—Mucho gusto —dijo este dando una leve inclinación 

—Igualmente, espero que cuides bien de mi afeminado favorito —respondió para inclinarse un poco también 

—¿Sigues con tus fantasías? —Preguntó con un poco de gracia y fastidio combinado

—No es mi culpa que no consigas una novia, tal vez deberías probar ha cambiar de acera como hice yo 

—Ya, y por eso estás más sola que la una 

—Que borde eres primo —se queja la chica con un berrinche 

—Lo dice la chica que cada vez que me ve me tiene que saludar llamándome afeminado 

—¡No es mi culpa! hasta yo soy mucho más masculino que tu primito —Contestó para estar buscando algo en su bolso— ¡Mira! 

La chica extendió su teléfono con una imagen de lo que parecía un chico con una especie de traje, llevaba un sombrero además de ojos azules y de cabellera naranja. 

—¿Esa eres tu? —Preguntó algo sorprendido Ricardo mirando a la pantalla 

—Exacto soy yo haciendo un cosplay de Nakahara Chuuya, según mis amigas hago mejor cosplay de chico que de chica ya que mis ojos son bastante pequeños pero seductores —dijo para guiñar un ojo— pero igualmente, te he superado en cuanto se habla de ser un hombre Gaby 

_/\One Shots_ Inazuma eleven/\_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora