Jordan Greenway

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Narra Fionna:

Caminaba lentamente, mientras miraba el cielo y suspiraba pesadamente, esto iba a ser problemático.

Desde hace un par de horas me había llamado un tal Xavier pidiéndome que me reúna con el en no se que sitio.

Primer problema, olvidé la dirección. Segundo problema, no se quien chanclas es ese tal Xavier, y por último... Ahora estoy en el suelo por haber tropezado.

––Pero con que demonios me tropecé si este suelo es más plano que yo -lloriqueaba deteniendo miradas en mi-

––¿Estás bien? -le extiende una mano-

––Gracias -le sonrió mientras se levantaba-

––Etto... ¿Eres Fionna?

––  -asiente- ¿Cómo sabes mi nombre? -pregunté sorprendida-

––B-bueno -miró a otro lado- ¿puedes acompañarme un momento?

––¿Y si eres un violador?

–– ¿¡EH?!

––Apareces de la nada, me llamas por mi nombre y me pides que te acompañe -se ajusta sus gafas imaginarias- estoy más que segura que eres un violador de tablas -le señala exageradamente-

––T-tu... -miró a otro lado molesto- Soy Jordan, debiste recibir una llamada hace un rato de un tal Xavier ¿no?

––Definitivamente eres un acosador -dijo mirándole mal- Etto... ¿Te puedo preguntar algo?

––¿Qué? -dijo molesto rascando su cabello-

––Primero que nada, ¿Cuánto fijador de cabello usas? Y... ¿Cuál era el número de la policía? ;-;...

––¡T-tu!

El tal Jamón me agarró del ante brazo mientras me llevaba a no se que sitio arrastras, quise gritar a los cuatro vientos para que la gente de al rededor me salvase.

Pero de la nada este al ver mis intenciones me mostró a mi bebé.

––¿¡Por qué tienes a mi bebé?! -lloré drásticamente mientras se lo intentaba quitar-

––¿¡Tu bebé?! ¡Es un teléfono!

––¡Pero en mi patata es mi bebé!

––Bueno, solo sígueme y deja de montar espectáculo -dijo algo avergonzado al ver a esa gente mirándolos-

Le miré con reproche, para después asentir y le seguí, aunque no podía evitar mirar su pelo en forma de helado...

Realmente no lo puedo evitar.

Poco después llegamos a lo que parecía ser una plaza. Estaba bastante desierta la verdad, pero se podía ver como un peli rojo estaba sentado en aquel lugar.

––Veo que ya la trajiste Janus -caminó hacia nosotros-

––¿¡Qué piensan hacer conmigo?! -grité mientras me tapaba los pechos- ah espera que no tengo -dije mientras quitaba mis manos de aquel lugar-

––¿Para que querías que trajese a esta niña tan extraña?

––Simple, tal vez a simple vista parezca una loca sin vida social necesitada para ir al psicólogo -dijo el peli rojo-

––¡Oye!

––Pero nos viene fantásticamente a la academia Alius, aunque no lo parezca su intelecto es más grande que su apariencia

_/\One Shots_ Inazuma eleven/\_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora