_/\One Shots_ Inazuma eleven/\_

Austin Hobbes

Narra Yuna:

Un año... Ya pasó un año desde que perdí contacto completamente con Austin.

Sigo viendo como se esfuerza al máximo, además de no estar pasándole el balón a otros para que chuten, realmente es increíble.

Hoy pensaba en ir a verle después de tanto tiempo, pero con solo pisar el instituto Raimon mis piernas flaquearon como si de un flan se tratase.

—Que hago... ¿Y si no me quiere ver? ¿Y si esta enfado? No, el no sería capaz de enfadarse, pero... ¡Ahhg!

—¿Estás bien?

Me di la vuelta al ver esa voz, era una chica bastante bonita de cabellos lilas.

—P-perdón por el escándalo -desvíe mi mirada avergonzada- Soy Yuna, mucho gusto -me incliné levemente-

—Camelia Travis, mucho gusto -me sonrió además de inclinarse un poco también- Nunca te vi por aquí, ¿necesitas ayuda?

—B-bueno, me preguntaba si podría ir a ver el entrenamiento de la selección Japonesa, ¡J-juro que no soy un espía!

— -puso una mano en su boca y soltó una leve risa- Ven, acompáñame

Seguí a la linda chica mientras miraba el suelo algo avergonzada, vaya que ayudarme después de ver el escándalo que monté...

Tomé aire para calmarme, pero no funcionó para nada.

Tengo que admitir que nunca fui buena haciendo relaciones con gente desconocida, según mi madre soy una antisocial que se enciarra en su cuarto y está pegada a la consola.

Era verdad y eso, ¡pero creo que exagera!

—Ya llegamos Yuna -sonrió la chica-

— -Asentí-

—¿Quién es ella Camelia? -preguntó un hombre mayor con un rostro serio-

—S-soy Yuna, y pues... -bajé la vista de nuevo, maldición-   m-me gustaría quedarme a mirar por hoy, ¡por favor! -me incliné-

Inevitable por alzar la voz en el por favor, los chicos que estaban entrenando miraron hacia nosotros.

Al mirarlos de reojo me quedé aterrada, si con suerte podía hablar con una chica con un chico menos podria.

Y ahora mismo no estamos hablando de un chico, si no de varios.

Y sin pensarlo aparté mi vista lo más rápido posible.

—¿S-sabe qué? ¡M-mejor olvidelo! -exclamé para irme rápidamente del lugar-

—Si quieres, puedes quedarte

Al escuchar eso paré de seco. ¿Cómo? Miré hacia atrás, en ese poco tiempo solo logré alejarme 10 metros, razón por la cual había escuchado sus palabras.

Miré de nuevo al equipo, los cuales seguían expectantes, de nuevo mis piernas empezaron a flaquear... Que demonios....

Una chica de cabello verde oscuro se acercó, me sonrió para tomarme de la mano y acercarme a las demás gerentes y el entrenador.

—No hay problema en que te quedes -sonrió- Soy Silvia, mucho gusto Yuna

—I-igualmente

—Yo soy Celia -se acercó una chica con lentes en la cabeza-

— -Asentí-

—Se ve que eres muy tímida Yuna

—Creo que es fácil de notar -miré al suelo-