Hola! aquí les vengo con una historia One shot! Aquí tengo varios OC y les pongo un nombre aleatorio! Las edades son un poco a lazar, así que podes cambiar las edades ya que no las menciono, solo al principio.
Espero que os guste, también acepto ped...
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(Otro dibujo hecho con mucho amorsh ^^)
Narrador Omnipresente:
Un chico de cabello castaño estaba confundido y sentado en las escaleras de su secundaria, hace un raro... ¿Qué había sucedido?
Pues déjenme decir que ocurrió con una breve explicación, Elise, una chica de primer grado le había citado en medio de los pasillos en la hora del receso/recreo.
Lo que sucedió supongo que todos sabrán más o menos de que trata y si no, pues... Pues la joven Elise se declaró ante el castaño de ojos azules.
Y antes de que este pudiera responder la chica de cabello heterocromatico salió corriendo.
—Que voy ha hacer ahora...
—¡Paoooolo! —exclama un chico rubio de baja estatura corriendo hacia este— Cuando vas a venir al entrenamiento, solo nos queda media hora y estás aquí sentado —reprochó—
—Angelo... Tengo un problema —levantó la cara mirando al chico a los ojos—
—¿Q-qué ha sucedido? —pregunta algo preocupado—
Unos minutos después...
—¿¡QUÉ, QUÉ?!
Y ahí estaba gritando uno de los jugadores del orfeo, concretamente Raffaele, que al escuchar aquello no pudo evitar quedarse helado.
En resumen, en esos pocos minutos que transcurrieron todo el orfeo se enteró de la declaración que obtuvo el joven casi, más bajo de todos.
—Oye, ya tuvistes declaraciones antes y las supiste rechazar, no le veo el problema con rechazar otra
—Pfff, estamos hablando de Elise Panici, la chica más adorable de la secundaria, además de tener una personalidad encantadora y tierna
—Si, y también te rechazó
—¡Angelo!
—Uys, se me escapó
Paolo se quedó sin saber qué decir, hace un rato debían estar entrenando, pero no, todos estaban en forma de piña decidiendo que hacer con la chica.
—Chicos... —suspiró mirando hacia ellos— Elise no me gusta, más bien apenas hemos hablado, la voy a rechazar
—¡Pero es una locura! Sal con ella al menos, ya verás que te encantará enseguida, es... Es...
—Ya déjalo Gianluca, sabemos que te mueres por ella, pero tampoco se lo demuestres al capitán de esta manera
—An-ge-lo...
Al final la discusión transcurrió y aún no se sabía que hacer ante la confesión de la chica y como responderla, pero antes de poder seguir hablando del tema el timbre sonó indicando de qué debían volver a sus respectivas aulas.
