Lo más importante de la espera fue que Bijeda empezaba a comprender lo que significaba ser rey, y de las enormes responsabilidades que llevaba consigo. Carla dedicaba su tiempo a instruirla en lo necesario, ahí ella se dio cuenta de lo importante que era para él que hubiera una buena líder en el Makai, aunque no fuera él precisamente.
Lecciones de historia, defensa personal, lo que uno renunciaba por ser rey, y mantenerse impasible ante las provocaciones. Todo esto parecía ser sencillo para ella, lo entendía bien y era complicado arrebatarle la serenidad. Nadie había visto que la elegante Bijeda perdiera el control. Cosa que Carla, de manera oculta, admiraba de ella.
Bijeda estaba en el salón, ya terminando de entrenar siempre dedicaba una hora a meditar. Era el momento adecuado para desconectarse de las energías que le llegaban de los seres del Makai y concentrarse en su energía interior, para que, cuando Carla le devolviera todo su poder, pudiera manejarlo. Carla la miraba, ese rostro perfecto y la nariz afilada de su peor enemigo. Se preguntaba cómo es que, por mucho que odiara admitirlo, confiaba en ella. Suspiró.
―Lo que debes entender ahora que eres reina es que, uno como rey, no tiene cabida para tener afinidades afectivas con nadie.
Bijeda, con sus ojos cerrados y en posición de flor de loto, enarcó su ceja.
―¿Es una indirecta de que debo alejarme de Lysander y mi familia?
―De cualquiera.
―Hm... No estoy de acuerdo, alteza.
―¿Perdón?
―Papá tenía esa mentalidad... ―contestó Bijeda pensativa abriendo los ojos―. Nunca cuidó realmente de ninguno de nosotros, ni de ninguna de sus mujeres. Sólo fuimos experimentos para su propio beneficio. ¿No es imposible ver por tu pueblo si no lo adoras? ¿Cómo podría defender a mi familia o a todos los seres del Makai si soy indiferente? No puedo hacer eso, Carla, ni siquiera tú podrías. ¿Acaso dejarías morir a Shin o Shizuka con tal de que el trono siga en pie?
Carla le lanzó una mirada profunda, estaba tocando un punto que no debía ser explorado.
―No te atrevas a mencionarla.
―Claro, lo siento ―se puso de pie en un movimiento rápido y ligero―. Esto me lleva a algo importante. Me complace invitarlos a la ceremonia de casamiento de mi hermano, Reiji. Sería un honor que los últimos ancestros nos acompañasen.
―Nada de eso. No nos mezclaremos con ustedes ―replicó Carla con rechazo.
―Pero si ya te has mezclado con nosotros, ¿no lo ves? Mis hermanos están preocupados por mi seguridad, y con justa razón, no los he visto en un largo tiempo por estar confinada aquí, voluntariamente claro. Es un evento importante, y sabes que la realeza debe estar presente.
―Lo pensaré ―contestó Carla a secas.
―Maravilloso, espero que nos concedas el honor. Tenemos que aliarnos lo más pronto posible.
―¿Qué dices? ―Carla la perforó con la mirada.
Bijeda sabía que no podía dejar pasar más tiempo. Las amenazas estaban puestas en bandeja de plata, y debían estar listos cuanto antes. Se puso frente a él y lo miró a los ojos sin mostrar ni un poco de intimidación por la altura y energía sobrecargada que tanto identificaba a Carla.
―De rey a rey, me temo que estamos a punto de enfrentarnos a un enemigo en común, Carla. Escucha. La ceremonia de mi hermano desatará a una guerra, no es secreto que por siglos la iglesia ha estado asesinando criaturas de nuestro mundo con la idea de depurar y eliminar hasta el último ser demoníaco. Cosa que a Karlheinz no le importaba porque estaba muy ocupado experimentando para crear una raza que fuera capaz de andar en ambos mundos hasta conquistar el territorio humano. Dime, ¿qué podías hacer tú y Shin estando confinados, muriendo? En especial tú, que cuentas con poco tiempo.
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Dark Hearted |Diabolik Lovers| Español
Fanfic《Clan Sakamaki, Mukami, Tsukinami & Kino》 Bienvenid@s a Lost Eden. Una historia que comienza con el asesinato de la hija del rey del Inframundo, Karlheinz. ¿Qué relación tendrá con la inesperada llegada de Elizabeth, una humana ermitaña? Cuyo único...