Talentos sepultados

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La mansión Sakamaki estaba relativamente tranquila. Alexia había salido por fin de su cuarto, y ahora que Ayato había conseguido su objetivo, la tensión era menos. "Habló" con Hikaru y arreglaron las cosas, la aceptó sin más y la recibió con un cálido abrazo; cosa que disgustaba a Ayato de sobremanera. Mientras tanto, Lena aprendió señas en una noche.

―Puede que no se note tu falta de sueño, pero estás más torpe de lo usual―le dijo Yuma―. Y lenta...¡ten cuidado!

―Ugh...amargado...―gruñó ella―. Estaba estudiando grandote, ESTUDIANDO.

―Me importa una mierda, concéntrate en las zanahorias y los tomates.

―¿Cómo esperas que lo haga? Ayer te pasaste de la raya...―tocó su cuello―. ¿Estabas enojado o algo?

―¿AH? No aguantas nada Mesobuta, no has dejado de estar gritando y alterando a todos, sabes que mi paciencia es corta. ¡Así que no me hagas perderla!

―Qué excusa tan pobre...―dijo ella.

Momentos después entraron de nuevo a la mansión. Verónica estaba en la sala leyendo y Ruki acercándole un analgésico del mundo de los demonios.

―Gracias...―dijo ella con una sonrisa avergonzada.

―No lo hagas, ya me lo tendrás que pagar―le dijo en seco. Ella no se sorprendió.

Lena y Yuma entraron a la sala, Lena le sonrió a Verónica.

―Sigues hecha mierda.

―Tú no te ves mejor, ¿es Bear alguien rudo?

―Cállate, es una bestia.

―¿AH?―Yuma expresó.

―Me alegra que aparezcas Lena―dijo Ruki.

―¿Te alegra?―preguntó Verónica.

―Ya lo hablamos y en cuanto te recuperes ella te entrenará―le explicó Ruki.

―¿Entrenarme?―se vio confundida―. No lo necesito, sé cuidarme so-

―No pregunté tu opinión, kachiku. ¿Acaso olvidas cómo estabas hace un par de noches? Dices que tienes las cosas bajo control pero sólo eres irracional.

―Tiene razón―dijo Lena―. Tienes muchos enemigos Eliza, no entiendo cómo es que conseguiste que medio mundo de los demonios te odie, y con lo visceral que eres no nos dejas opción. Con la joda que te puso ese puro no dudamos que te siga buscando hasta verte muerta.

Verónica se sintió ofendida, pero no vio salida.

―Vale, no importa―se puso de pie―. Me siento mejor...quiero terminar con ese favor de Karlheinz lo antes posible. Lena, dame una de tus cosas especiales.

―¿Disculpa reinita algo más?―le preguntó―. Voy contigo, obviamente.

―No, la última vez casi los haces matarte. Reiji se pone intenso contigo, así que iré sola. Al fin de cuentas sé como tratarlos. ¿Me lo das?

―Me niego―dijo ella―. Pero que Ruki decida.

―Está bien ―contestó Ruki mirando a Verónica.

Lena lo miró incrédula.

―¿Sabes? Creí que tú y yo empezábamos a entendernos y estábamos del mismo camino, pero no, estás loco―gruñó Lena dándole una bombita a Verónica―. Ya sabes cómo funciona, ahora ve y haz lo que te de en gana.

―Vale, iré a cambiarme―intentó ponerse de pie.

Ruki la tomó del brazo con cuidado y la ayudó. Seguía algo adolorida por la herida, si hubiera sido el ataque mientras seguía siendo humana no habría sobrevivido. Y su herida iba sanando rápido, pero no lo suficiente para mantenerse por su cuenta. Caminaron por el pasillo, ella seguía con esa sonrisa en su rostro. Era raro verla tan animada.

Dark Hearted |Diabolik Lovers| Español Donde viven las historias. Descúbrelo ahora