Capítulo 02

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Quería a Lía como a una hermana. No tenía dudas acerca de eso.

Habían crecido juntas. Podían hablar acerca de cualquier cosa.

Incluso tan distintas como eran, no podrían ser más íntimas.

Solo había una cosa que Dana no podía soportar, y era escuchar a su amiga hablar sobre Bobby Knight.

Amelia había estado enamorada de Bobby desde hacía ya tanto tiempo que no podía recordar. Y Dana jamás había confesado que ella también.

Lo último que quería era pelear con su mejor amiga por un chico. Incluso si ese chico hacía que sus piernas temblasen, y se le secase la garganta.

Ella, tan abierta y extrovertida, quedaba como alguien tímido y retraído cuando se trataba de hablar con Bobby.

Fingir delante de Lía se había vuelto una costumbre.

Solo en la soledad de su habitación al final del día, se permitía dejar libres sus emociones, antes de quedarse dormida.

Viajar era un sueño lejano pero necesario.

Su excusa era que no podía estar mucho tiempo en el mismo lugar, pero la verdad, en lo más hondo de su mente, era que necesitaba alejarse de él tanto como fuese posible.

Hasta que su corazón fuese libre de un amor que jamás sería suyo, porque si algo tenía claro, era que Bobby amaba a Lía. Lo dejó muy claro cuando le pidió consejo para invitarla al baile, y sobre que flores le gustarían para el ramillete, aunque de todos modos su madre había llamado a la de Amelia para preguntar de que color sería su vestido para que hiciese juego.

Y con cada una de esas conversaciones, ella había tenido que morderse la lengua y no confesarle sus sentimientos.

Y eso la llevaba a esa noche.

Había salido de la habitación de su amiga con la excusa de ir a por agua, cuando lo que realmente quería era correr hasta su casa, meterse en su cama y llorar durante horas.

La cocina fue el lugar en el que colapsó.

Los sollozos contenidos la llevaron al suelo junto al frigorifico, y allí, a oscuras, tratando de hacer el menor ruido posible, lloró.

—Vas a coger frío si te quedas en el suelo.

Ahogando un grito debido al susto que esas palabras susurradas en medio de la oscuridad le causaron, se volvió hacia el causante y se apresuró a secarse las lágrimas y a ponerse en pie.

Forzando una sonrisa que realmente no sentía como suya, enfrentó al hermano menor de Lía.

—¿No puedes dormir?

—Tenía sed.

—Pues somos dos.

Girando hacia el frigorífico, lo abrió y sacó una jarra de agua.

Adrian sostenía dos vasos cuando se volvió de nuevo hacia él.

Dejó la jarra sobre la isla y miró fijamente el vaso que había llenado para ella.

Todavía no estaba lista para volver a la habitación de su amiga.

No necesitaba seguir viendo como esta se mandaba mensajes con Bobby. Mensajes que la hacían sonreír como una tonta enamorada.

Por lo menos, mientras nadie encendiese la luz, las bolsas y humedad bajo sus ojos seguiría siendo solo algo que ella conocía.

El silencio nunca fue de su agrado. Acostumbraba a llenarlo con palabras alegres para evitar situaciones incomodas, pero en ese momento y con Adrian, no lo sintió así.

Agradeció que él no dijese nada tampoco.

Una vez que este se bebió un segundo vaso de agua, lo dejó en el fregadero y le deseó buenas noches.

Ella se quedó un poco más, tratando de aclarar su mente. Si solo pudiese volverse transparente como el agua...

—Sea lo que sea que te hizo llorar, no merece la pena. Esta no eres tú. No permitas que nadie te cambie.

Una vez más, la voz de Adrian la sorprendió, pero cuando se volvió para responder, él ya no estaba.

Deseaba con todas sus fuerzas poder ser quien él parecía creer que era.

Si solo pudiese...

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Tenemos a Adrian en el multimedia!!!

Puedes tenerme (Serie Love 20)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora