Capítulo 21

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—Creo que con esto será más que suficiente.

—No conoces todavía muy bien a mi hermana. Acabará con esa caja antes siquiera de que nos de tiempo de sentarnos—respondió Adrian mientras señalaba la caja de veinticuatro bombones que Melanie llevaba en una bolsa.

Caminaron rumbo al hospital en un silencio cómodo.

Después de la confesión de Melanie, Adrian temía que su relación sufriese un altibajo, pero ella llevaba la cabeza en alto y no podía dejar de admirarla por ello.

Él más que nadie sabía lo que era amar a alguien que no te correspondía, por lo que conocía de primera mano cuales eran los sentimientos de la chica.

Una vez en el hospital, se encontraron con Nathaniel junto a Bobby enfrente de la habitación.

Incluso con la relación que mantenía con Amelia, Nathaniel todavía no se sentía tranquilo ante la presencia de Bobby, sabiendo cuales eran los sentimientos de este hacia ella.

Y eso Adrian lo sabía también, porque Dana amaba a ese chico desde hacía demasiado tiempo, y temía que siempre sería un impedimento para que lo suyo llegase a algún lado.

—¿Y Dana?— se maldijo a si mismo cuando la pregunta escapó de sus labios sin poder contenerla.

—Les he dado un momento a las chicas para que se pongan al día. Creo que tenían algunas cosas que hablar sin que yo estuviese delante.

Y por como se sintió observado, no era el único que creía que él era ese tema de conversación.

Se preguntó que pensaría su hermana si supiese todo lo ocurrido entre Dana y él.

Posiblemente querría tener una charla y amenazarle con arrancarle las pelotas si hacía llorar a su amiga.

Bueno, quizá debería pensar en mantener a su hermana alejada de sus partes solo por precaución.

La puerta de la habitación se abrió entonces dejando paso a una Dana con los ojos llorosos, que evitó su mirada inmediatamente cuando sus ojos se encontraron.

—Lía y la pequeña Charlotte están dormidas. Voy a ir a casa a dejar las cosas y a darme un baño y volveré a última hora para una última visita.

Dana se centró unicamente en Nathaniel, evitando mirar a los demás.

Este asintió, la besó suavemente en la frente y con un gesto de cabeza les indicó a Adrian y a Melanie que le siguiesen, pero Adrian no lo hizo. Sus pies no reaccionaron.

Apretó los puños contra su cuerpo en cuanto vio a Bobby acercarse a la chica y tomar su mano para llevársela rumbo al ascensor, donde desaparecieron poco después.

—Si vas a hacer algo, da realmente un paso al frente, hombre. ¿Vas a dejar que siga con él?

Adrian se volvió hacia Nathaniel, que había aparecido de nuevo.

—Ella le ama. ¿Que puedo hacer sino?

Una fuerte palmada en su espalda le hizo encongerse.

Su hermano, Evan, junto con su esposa, Hope, estaban al otro lado. Este levantó una ceja y sonrió de forma burlona.

—Bueno, nosotros tampoco lo tuvimos fácil y conseguimos a la chica. Eres un Stone. Los Stone no le temen a nada.

Hope rodó los ojos antes de guiñarle un ojo a él.

—Miedo me dais. No quiero ni pensar en lo que tendrá que pasar Charlotte con un padre y unos tios con esa mentalidad. Va a ser un milagro si no acaba siendo monja, pobrecita.

El semblante de los tres se tornó infinitamente más serio al mencionar la posibilidad de una relación amorosa para la pequeña recién nacida.

Con una carcajada, dejó a los tres hombres solos, mientras ella iba a sostener en sus brazos a su sobrina.

Estaba deseando cargarla.



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