Capítulo 27

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El viaje a Nueva Orleans lo hizo sola. Bobby la sorprendió una semana más tarde, con las maletas.
Y todo fue de maravilla.
El trabajo era impresionante. Se sentía genial en la empresa e incluso Bobby había encontrado algo a medio tiempo.
Comían juntos todos los días y al llegar por la noche, él la esperaba siempre con la cena lista.
No sabía cuándo las cosas habían empezado a cambiar.
Quizá fuesen las horas extras de los últimos meses, pero Bobby ya no era el mismo y ella no sabía que había cambiado, hasta la noche antes de volver a casa para la boda de Amelia.

Mientras ella preparaba la cama para acostarse, Bobby estaba dándose una ducha.

El teléfono de él sonó con un par de notificaciones, y al no recibir respuesta, entró una llamada.

Dana miró hacia la puerta del cuarto de baño.

Bobby parecía que todavía iba a tardar un rato y podía ser del trabajo.

El nombre de "M" parpadeaba en la pantalla.

Curiosa, descolgó y preguntó quien llamaba.

Una exhalación se escuchó al otro lado, seguida de un sollozo antes de que quien había al otro lado, colgase.

—¿Que estás haciendo?

Se volvió de golpe hacia Bobby quien miraba aterrado como ella seguía con su teléfono en la mano.

—Alguien llamó, pensé que podía ser importante y respondí.

—Dana...

—¿Quien es "M"?

Y a partir de ahí, la cosa solo empeoró y la verdad salió a la luz.

Él no mencionó su nombre, pero tampoco importaba.

Hacía más de dos meses que se veía con esa misteriosa mujer y no había sabido como decirle a ella que sus sentimientos habían cambiado.

Ahora, mientras veía a su mejor amiga dar el sí quiero, tenía que contener las lágrimas para evitar que todo el mundo notase que la sonrisa que cubría su rostro era completamente falsa.

Discutir con Bobby era lo último que quería, pero él había decidido que no quería seguir allí, y que se marcharía a casa. Su relación había terminado definitivamente.

Antes de correr a esconderse para evitar arruinar el gran día de su mejor amiga, trató de calmar los temblores y las lágrimas que amenazaban con romper en un estruendoso llanto, pero la presión en su pecho y la sensación de mareo que la embargaban no estaban ayudando en nada. Y saber que él estaba allí, tampoco.

Trató de hacer entrar el aire en sus pulmones, tarea cada vez más difícil.
Se sujetó con fuerza a una silla, mientras su visión de volvía borrosa.
Quería gritar, pero nada salía de su garganta.
El miedo la dominó y se apoderó de ella.
No iba a llegar muy lejos.
Caería en cualquier momento.
Colocó la mano sobre su pecho, sintiendo los latidos acelerados golpear contra esta.
Cerró los ojos y esperó que sucediese.

—Te tengo cariño. Todo va a estar bien. Estoy aquí contigo.
Dejó de sentir el suelo y se refugió en sus brazos.
Aspiró con fuerza y escondió la cabeza en el hueco de su cuello.
Por fin.

Dana no habló.

Había permitido que la llevase dentro de la casa y después la acostó en su cama, donde, aun abrazada a él, se quedó dormida.

Tenía ganas de despertarla y que le contase acerca de la discusión con su chico, pero temía que ella no se lo contaría. Tal vez por lo que compartieron antes de que ella se marchara y Bobby la siguiese días después.

Todavía recordaba cuando ese idiota apareció para despedirse de Amelia.

Parecía realmente emocionado por encontrarse con Dana en Nueva Orleans.

Había deseado tanto ser él, juntar sus cosas y dejar todo para irse con ella.

Sin embargo sabía que debía quedarse. Todavía tenía que crecer y graduarse en la secundaria.

Y por fin lo había hecho. Ahora solo tenía que conseguir a la chica.

Abrazándola aun más contra su cuerpo, se quitó como pudo los zapatos con ayuda de los pies y acarició su rostro mientras el sueño y una paz que hacía mucho tiempo que no sentía, acudían a él y le transportaban a un lugar donde finalmente el mayor de sus sueños, se hacía realidad.

Puedes tenerme (Serie Love 20)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora