LLEGASTE TÚ

Beautiful Stranger

"Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso"

Isabel Allende

Las noticias, unas son efímeras, otras te alegran el día, algunas entretienen, pero las mejores son las que cambian la vida. Alex Vause llevaba 10 años ejerciendo el periodismo en The Wall Street Journal, era una de las mejores redactoras e investigadora del periódico, muy codiciada y temida por la crítica. Le había costado llegar ahí, muchas noches sin dormir, arriesgar su vida, escándalos, enfrentarse a personas muy poderosas, pero tenía la filosofía de que por el amor a su profesión cualquier riesgo era válido.

Era una mujer muy segura de sí misma, imponente y de carácter fuerte cuando lo tenía que ser. 26 de abril, ese día daría la noticia que cambiaría su vida para siempre, era su noticia. Suspiró saliendo del ascensor que conducía directo a la oficina de la directora del diario, Galina Reznikov.

— Red, me voy, soy una de las periodistas que escribirá uno de los tres libros para el aniversario del periódico — pregonó apenas entró a la oficina. La mujer ni siquiera elevó el rostro, solo hizo una media sonrisa burlesca mientras leía el ejemplar del diario de la competencia.

— Vause, quiero lo más tardar mañana a las 10 tu artículo sobre la explotación laboral en los concursos de belleza, hay que mostrar la verdadera cara de esos certámenes idiotas — Alex suspiró molesta de que su jefa evadiera su noticia — ah, y la próxima semana el reportaje investigativo de la banda de explotadores sexuales que estás trabajando con tu equipo, ya es hora de publicarlo, vas a resurgir con ese trabajo — dijo más animada hojeando el diario.

— ¿No escuchaste, Red? ¡Me voy! — dijo en un tono más alterado poniéndole una carta en sobre su escritorio — tú misma lo dijiste, son certámenes idiotas y yo no escribo idioteces, no nací para eso y lo sabes — argumentó con firmeza — del reportaje se terminará de encargar Warren, lo hemos trabajado juntas.

— Alex... sabes que tus últimos artículos... — Red hizo un breve silencio buscando las palabras adecuadas para no herirla.

— Ya lo sé, por eso quiero un nuevo reto en mi vida — suspiró triste — me iré a un pueblo de Westfield y escribiré sobre las mujeres que nadie habla, está bien mostrarle al mundo la explotación de las que trabajan en la industria de la belleza, la trata de personas también es un tema muy importe para dar a conocer — miró a Red a los ojos y con mucho entusiasmo le dijo — pero ¿por qué no mostrarle a la gente la realidad de otro tipo de mujeres? Esas de las que nadie se acuerda, esas que están en su casa y que crees que no tienen nada que decir, las que viven en el campo, en una realidad distinta, esas que estoy segura que tienen historias muy interesantes por contar y yo quiero ser la voz de esas mujeres.

Red se levantó de su escritorio y se recostó en el para quedar junto a la que era una de sus mejores periodistas, pero que sabía que últimamente estaba pasando por malos momentos que la mantenían muy estresada y se empezaba a notar en su trabajo.

— Alex, te necesito aquí, sabes que eres la mejor de tu área, solo tómate una semana, lo necesitas, vete de vacaciones con...

— No venía a consultarte, solo quería que lo supieras — refutó a la defensiva — te aprecio y necesitaba despedirme de ti, es todo — soltó decidida — Caputo ya me dio su autorización, mañana mismo me voy, regresaré aquí con una gran historia para ti o dejo el periodismo para siempre — le aseguró — no necesito vacaciones Red, solo necesito inspiración — le sonrió y salió de la oficina.