"Si aquellos a quienes comenzamos a amar pudieran saber cómo éramos antes de conocerlos... podrían percibir lo que han hecho de nosotros."
Albert Camus
— Perfecto, mi amor ya entro para encargarme de lo que no hice ayer por dormirme — se mordió el labio inferior y corrió por su rubia.
Alex entró a la casa y se lanzó a abrazar a Piper por detrás como le gustaba hacerlo. Ella se dejó acariciar, luego se volteó a tocar con cariño el rostro de su novia.
— Pipes, no quiero que sigas sintiendo celos, debemos confiar en lo que sentimos, bonita — le susurró pegando su frente en la de ella.
— Alex... — hizo una pausa para aclarar su voz.
De pronto sintió una opresión en su pecho que no le permitiera emitir palabras, sentía su cuerpo débil, la respiración le fallaba y le dolía tener clavados los ojos de Alex en ella.
— ¿Qué pasa, mi amor? ¿Es Logan? ¿Que hizo ahora ese imbécil? — preguntó alterada Alex.
— Alex... ya no podemos seguir con esto — la expresión de enojo de Alex se cambió por una de susto — es mejor... que tú y yo...
— ¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¿Es una broma? — se rió nerviosa — Pipes, ¿es por lo de anoche? Mi amor, eso no significa nada, yo...
— No es por eso, Alex, o no solo por eso... — bajó el rostro y tragó saliva haciendo un esfuerzo para no llorar, elevó la vista y miró directo a los ojos a Alex — esto no tiene sentido, tú y yo somos muy distintas, no soy la mujer que debe estar a tu lado.
Alex se movió exasperada por la cocina, queriendo retener sus lágrimas, tratando de comprender que había llevado a Piper a pensar eso. Su corazón saltaba nervioso, sentía como que le estaban clavando un montón de cuchillos y el dolor no le permitía pensar con claridad.
— Mi amor, cálmate, estás enojada, iré al pueblo, regreso más tarde cuando estés más tranquila, ¿sí? — propuso tratando de resolver la situación.
— No, Alex, no voy a estar más tranquila, estoy bien — la rubia se limpió un par de lágrimas y balbuceó — esto... fue un... error, nos enamoramos muy rápido — sonrió con tristeza — estuvimos en una burbuja de amor muy linda, pero no estoy preparada para vivir como lo haces tú — Alex la miraba llena de dolor no creía lo que estaba pasando, a su parecer su relación estaba muy bien — y tu al parecer quieres que yo sea una mujer que no puedo ser...
La periodista se pasó las manos por el rostro y suspiró, quería tener su mente clara, solucionar lo que estaba pasando. Para ella estaba con la mujer perfecta, incluso la consideraba mejor de lo que siempre había soñado.
— Piper, por favor, yo te amo tal y como eres, me enamoré de la mujer sencilla, bonita, trasparente que eres — se acercó a ella posesivamente y tomó su rostro entre sus manos — sabes que lo nuestro no es un sentimiento pasajero — la miró directo a los ojos con los de ella brillando — no me dejes, eres lo mejor que te tenido — Alex no pudo más y rompió en llanto pegando su frente a la de la rubia.
La rubia la abrazó a su cuerpo y masajeó la espalda de su novia, le era muy doloroso, nunca la había visto de esa manera. Pensó en que pudo haberle ahorrado ese sufrimiento a Alex si quizás se hubiera resistido a ella, si tan solo hubiera pensando premeditadamente lo que pasaría.
— Porque te amo también es mejor que sigas tu vida sin mí — le dijo Piper soltando el abrazo — no quiero condenarte a vivir o regresar una y otra vez a un pueblo que tiene años de atraso en comparación a como tú vives — susurró limpiándose sus ojos llenos de lágrimas — ¿Qué les va a decir a tus amigos periodistas? ¿Qué sales con una mujer de campo que apenas terminó la secundaria? ¿Qué tiene una hija, que hace jabones para entretener la monótona vida que tiene, que apenas sabe usar el internet? — hablaba con la voz apagada mirando al vacío mientras Alex estaba frente a ella sollozándose.
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Fiksi PenggemarPiper, una mujer de pueblo, descubre un nuevo mundo cuando conoce a Alex, una periodista llena de vida y aventuras. Una atracción irresistible las une, pero ¿podrá Piper dejar atrás su vida estable para vivir una pasión intensa?