All I Ask

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"¡Amor es ser camino y ser escala!

Amor es este amar lo que nos duele,

lo que nos sangra bien adentro..."

Víctor de Lama

— Amor, esta semana tenemos muchas cosas por hacer — dijo Piper mientras su novia la llevaba a sus clases de cocina.

— Lo sé mi amor, el cumpleaños de Red, el evento de tus clases de cocina, junta escolar otra vez, ¿irás tú o voy yo?

— La ginecóloga, Alex, no lo olvides — soltó entusiasmada la rubia.

Habían pasado tres meses desde que vivían en New York, la rubia ya conocía muy bien la ciudad, salía de vez en cuando con algunas amigas que había hecho o con Lorna, ahora que estaba embarazada pasaba de vez en cuando a ayudarla en su agencia. Su negocio había crecido mucho y ahora tenía el tiempo limitado, eso la hacía sentir bien, demasiado tiempo libre era lo que la deprimía al inicio.

Alex por su parte se había liberado de trabajar con Artesian, ahora le habían asignado solo un reportaje por semana para que tuviera más tiempo de terminar su libro. Al igual que su novia estaba en mil cosas a la vez, logró que Charlie y Daya entraran a la universidad y estaba muy pendiente de ellos. En cuanto a su divorcio su abogado le había propuesto alegar que su esposa no tenía las facultades mentales para tomar la decisión, que mostrara las evidencias de que Artesian la había golpeado y del constante acoso, pues siempre ponían algunas trabas absurdas para no continuar el proceso. Sin embargo, Alex no se decidía a hacerlo. El cumpleaños de su jefa se aproximaba y creyó el momento perfecto para mostrarle al mundo al amor de su vida.

Piper entró contenta a sus clases, estaba demasiado enamorada de su mujer que sus besos siempre la dejaban volando de emoción.

— Así que te gustan las chicas más grandes ¿eh? — le dijo una de las compañeras de clase a la rubia.

Ella sonrió tímida, se había vuelto amiga de una muchacha un poco más joven de ella, nunca recordaba su nombre, solo la reconocía por sus locos cabellos rojizos.

— Ella no es una chica más grande, solo que a veces se viste un poco elegante por su trabajo, es periodista, tiene 34 y yo 26 ¿crees que es notable la edad? — preguntó con le ceño fruncido.

— Diría que está interesante el contraste — se encogió de hombros muy coqueta la muchacha — oye, ¿hoy si me enseñas a hacer el cóctel de uvas? Quiero usarlo de arma de seducción.

— Claro — la rubia sonrió divertida — por cierto, tú que eres... muy extrovertida — Piper se mostró tímida y preguntó — ¿me ayudarías a escoger que ponerme para ir a una fiesta con mi novia? Quiero verme bien para ella, pero no sé...

— ¡Tranquila, yo te acompaño! Luego de clases vamos a transformarte.

— Gracias, eres muy amable, te ves muy contenta hoy ¿eh? Los otros días has estado apagada, ¿algo en especial? — consultó la rubia.

— ¿Te acuerdas que te conté de mis gustos por las mujeres... más grandes? — la rubia asintió con interés — bueno si recuerdas toda mi historia, debo decirte que la retomé la relación.

— Vaya ¿regresaron? Felicidades, pero tú mejor amiga...

— Señoritas, atentas la clase ya va a empezar — interrumpió el chef.

Como lo dijeron, luego de clases la chica llevó a la rubia por casi todo New York escogiendo el atuendo indicado para asistir a esa fiesta, también fueron al salón de belleza a cambiarse un poco el look. Su amiga hasta se había ofrecido a maquillarla ese día. Era una chica bastante extrovertida, le hacía pensar que así era su novia a esa edad.

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