Falling For You

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"Sólo tú haces de mi memoria

una viajera fascinada,

un fuego incesante."

Alejandra Pizarnik



POV: Alex Vause

Las cosas que no podemos cambiar, es increíble saber que he leído muchas historias de los amores a primera vista y siempre me parecieron sumamente absurdas y poco realista, a mí que siempre he sido una fanática del amor tradicional; los detalles, enamorar de la manera más auténtica. De hecho, había escrito muchas historias acerca del amor, pero hasta ahora sentía estarlo experimentarlo una manera súbita, tan etérea.

Cuando conocí a Artesian me pareció linda y ya, me enamoré de ella sin quererlo, en la rutina laboral, pero siempre me ha costado comprenderla, incluso siento que aún no la conozco realmente. De pronto viene a mí una rubia bonita con la que por muy irónico e idealista que parezca, me cautivó de inmediato, le hizo un rebote a mis sentidos desde que la vi por primera vez. Tenía la necesidad de verla, hablar con ella, tocarla, besarla, hacerla mía, probar su sabor. En el momento en que nuestros labios se conectaron en ese maravilloso primer beso comprobé con mi dopamina y oxitocina a tope que, es cierto cuando dicen que hay personas que provocan en ti emociones que otras que llevan tiempo en tu vida no habían logrado hacerte sentir jamás.

Caminábamos a pasos lentos de regreso a nuestras casas, yo que adoraba hablar con ella iba callada, quería que fuera Piper la que dijera algo. Sé que fui yo la que prácticamente la provoqué hasta llegar a besarla y no me arrepentía. Me había encantado, ella me encantaba, pero me había prometido no estar con nadie al menos hasta que me divorciara de Artesian, ella estaba casada también y dijo que era feliz con su esposo, quizás solo era curiosidad, como muchas lo tienen, pero claro en ese pueblo era muy difícil comprobarlo.

— ¿Por qué tu marido te dejó aquí? Es raro que un hombre haga eso — por fin Piper rompió el silencio.

Sonreí con lo que ella creía — él no es mi marido — dije extrañada — Fahri es mi mejor amigo — jamás me casaría con un hombre, me gusta... el placer, el sexo y a ellos les falta 4 mil terminaciones nerviosas para estar a nuestro nivel suspiré orgullosa de mis preferencias sexuales.

— ¿A que te refieres cuando dices que no están a tu nivel de terminaciones nerviosas? — hizo una breve pausa y agregó —Entonces, tú estás casada...

Me detuve para verla a los ojos, una mujer de 26 años, casada y con una hija no comprendía muchas cosas que supongo ya había experimentado, ni siquiera se atrevía a decir algunos términos por su nombre, ¡Dios! No me iba a permitir irme de ahí sin cambiar la forma en que ella veía las cosas.

— Puedes decirlo, Piper, no es ofensivo ni nada, estoy casada con otra mujer — ella bajó su rostro tragando saliva con evidente incomodidad — soy una mujer que ama a las mujeres y estoy muy orgullosa de poder decirlo libremente, porque sé que en el mundo hay muchas que viven día a día una lucha interna por no poder ser libres — Piper respiraba agitada, no me iba a extrañar que se fuera corriendo, pero yo no era de mentir, me gustaba ser transparente siempre, tenía que decir quién era yo.

Seguimos caminado lentamente, no podía salir de mi consternación al saber cuantas cosas ignoraba esa rubia bonita que besaba tan delicioso.

— En cuanto a tu otra pregunta, no es que los hombres sean inferiores para mí o que los odie, no se trata solo de mí, sino de todo el resto de mujeres, ¿sabías que tenemos 8 mil terminaciones nerviosas en el clítoris y los hombres solo 4 mil en el glande? A eso me refería — la rubia bonita abrió los ojos como si yo estuviese hablando de algo terrible — es solo cuestión de gustos, yo amo las vaginas, a mi me gusta el placer intenso — añadí por el puro placer de incomodar más a la rubia preciosa que llevaba a al lado hiperventilando nerviosa por mis palabras.

LLEGASTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora