LLEGASTE TÚ

Never Be The Same

"Regálame el amanecer de tus pasiones,

el espejo frágil de tus lluvias,

y tu inocencia hecha mujer

con mis caricias."

Carlos Enrique Ungo

POV: Piper Chapman

¿Cómo guardar en tu interior ese profundo y sincero "no solo me gusta, la amo, la amo como jamás había amado a nadie, como nunca te amé, ni te amaría a ti"? Los impulsos de mi mente, los deseos de mi alma, se contraían en mi pecho, yo tragué saliva nerviosa, bajé la vista y di la vuelta.

— Voy a dormir con mi hija — le informé.

— No, mi amor, disculpa, no quería hablarte así — él me detuvo tomando mi muñeca con fuerza. Honestamente me asustó un poco con la forma en que me habló, jamás me había gritado y tampoco me había sujetado de esa manera tan brusca.

— ¡Suéltame, me lastimas! — exclamé zafándome de su agarre.

— Sí, está bien, tranquila, mi amor, vamos a dormir — intentó abrazarme.

— No, no quiero estar cerca de ti — lo observé decepcionada y me fui a la habitación de mi hija.

Abracé a mí pequeña niña, quité algunos mechones de cabello que tenía en su rostro y suspiré. No me imaginaba mi vida lejos de ella, sin su olor, sin su sonrisa, sin que yo fuera su soporte cuando tuviera miedo, sin que recurriera a mí cuando se sintiera triste. Quería compartir con ella que estaba enamorada, mis deseos de ser feliz con el amor de mi vida, que todo era mucho mejor desde que Alex vino a mí.

Al día siguiente mientras terminaba de preparar la mochila de mi pequeña, el amor de mi vida apareció sonriente en la ventana de la cocina como solía hacerlo. correspondí su sonrisa y me acerqué a saludarla, cada día se despertaba más preciosa.

— Buenos días, mi amor — le susurré a mí periodista sexy.

— Buenos días, mi amada rubia bonita — me mordí el labio inferior sonriendo contenta por la forma tan dulce que me llamaba — ¿quieres que llevemos a Amy a la escuela? Ahora tengo auto, ya no necesito la bicicleta del estúpido — presumió rodando los ojos — tengo una cita con el alcalde, pero luego nos podemos perder por ahí y...

— Amor, no creo que sea una buena idea, ayer discutí con Logan — le confesé.

Ella se movió incómoda, se quedó unos segundos en silencio y solo asintió.

— Está bien, comprendo. ¿Pasas más tarde por la cabaña? Quiero estar al menos un rato contigo — me susurró con sus bellos ojos llenos de brillo.

— Ahí estaré, te amo, Alex — suspiré frustrada por tener que vivir nuestro amor de esta manera.

Cuando la vi partir en su jeep tomé la mochila de mi hija para llevarla al colegio. En la sala estaba ella conversando con su padre a quien me dispuse a ignorar.

— Cariño, vámonos a la escuela.

— Mami, pero aún no firmas mi tarea y ya guardaste mis cosas — expresó preocupada mi niña.

— Tranquila, princesa yo firmo tu tarea y te llevo a la escuela — interrumpió Logan — deja a tu madre que está demasiado ocupada conversando con su amiguita — suspiré agitada, m estaba hartando de esas discusiones.