Arturo. début de la fin...

EDUCACIÓN FÍSICA...

La actividad física es muy importante para mantener el equilibrio cuerpo y mente; mediante esta mejoras tu salud, tu autoestima y tu físico, por ahí dicen que "la belleza cuesta", y es que mantener un cuerpo ideal, un cuerpo fit es la meta de muchos que entran a un gimnasio, muchos llegan con la mentalidad de tener un cuerpo envidiable, pero lo abandonan rápidamente al encontrarse con que los resultados no se dan tan rápido o simplemente con el dolor que se produce luego del ejercicio; otros pocos llegan con la mentalidad de descargar todo esa energía, todo ese estrés y se mantienen constantes, con una ganancia y es el mejor su físico y su mente.

La educación física al igual que la artística, era para Arturo un vaivén de emociones; a veces le gustaba las clases, otras por el contrario las detestaba; pero utilizaba esas clases de educación física, sobre todo cuando había que hidratarse, para "pavonearse como pavo real" frente a alguien que le llamaba la atención. Y es que correr como calentamiento era una "mamera", pero las clases se hacían entretenidas cuando se trabaja algún deporte como basquetbol o natación, dos de los deportes que llamaban mucho la atención de Arturo y que practicaba desde niño.

Por el contrario, era un martirio para Arturo cuando había que practicar Voleibol; ya que, si no golpeabas bien el balón inclusive, así lo golpearas bien, estabas destinado a que tus muñecas y manos quedaran rojas y con dolor el mismo día y al día siguiente.

Pero para aquel joven era preferible jugar voleibol a futbol ("por ese entonces un deporte solo para hombres"), no había gracia de ir corriendo detrás de un balón exponiéndose a que lo agredieran en el campo (dado a que hombres con hombres, mujeres con mujeres); no era su deporte, lo detestaba cada vez que tenía que jugarlo, no sabía nada sobre él ni quería aprender; Arturo no entendía que era un fuera de lugar, que era un volante e inclusive cuando hacían los equipos no sabía ni quien era su equipo. Afortunadamente esa hora y cuarenta y cinco minutos pasaban volando y el martirio terminaba.

¿Pero qué pasaba en aquellos días lluviosos?, Arturo y a sus compañeros tenían que ir al gimnasio un lugar lleno de máquinas en donde había que hacer fuerza y sin saber por qué; un lugar lejos de los bloques donde usualmente se daba otras clases y en donde no podría ver a esa persona y sacar su lado "seductor y deseado".

un lugar que años más tarde Arturo visitaría constantemente y que desde ese primer momento en que Arturo piso el gimnasio del colegio, desearía haberse enamorado de ese sitio.

¿Recuerdas cuál era el deporte que más detestabas practicar en el colegio?