Arturo. début de la fin...

EL FIN DEL MUNDO...

Ubicado en el departamento del Putumayo, cerca de Mocoa; la reserva del fin del mundo, son un conjunto de cascadas en donde se convive de cerca con la naturaleza de la selva amazónica, sus aguas cristalinas y el aire puro que se puede respirar en dicho lugar.

Luego de la visita a Las lajas, Arturo seguía viajando con la Defensa Civil; de pronto se enteró de un plan de una agencia de viajes sobre un destino turístico en el departamento del putumayo, el fin del mundo; al investigar sobre el sitio, se dio cuenta que lo debía visitar y así fue.

Un viaje económico en el cual Arturo se fue un poco "diferente" a los demás; un viaje que inicio un poco incomodos para todos los que acudirían a dicho viaje, un carro muy pequeño para el número de personas que iban ahí. Una primera noche muy torturada por la incomodidad y el camino. Pero al llegar a la zona, lo primero que encontró y observo Arturo fueron unos pequeños micos (hacía más de diez años Arturo no observaba estos animales), así mismo sentía una paz que lo llenaba; era momento de ponerse cómodo para caminar a dicho viaje, todos llevaban tenis cómodos para la travesía (Arturo por el contrario leyó que había mucho barro y está lloviendo así que prefirió llevar las botas de la defensa Civil, por eso se sentía diferente); era un viaje largo que se recortaría unos minutos viajando en teleférico; un teleférico que iba muy despacio mientras se observa la belleza de la zona, un teleférico del que hablaban que muchas veces se quedaba en la mitad del camino a aproximadamente 15 metros o más de altura.

Arturo se decía así mismo que: "hay que respirar profundo, agarrarse de donde sea y no mostrar miedo, antes muerto que sencillo"; un trayecto que debía hacer de regreso; al llegar a las cascadas el agua era muy provocadora, pero Arturo prefirió evitar nadar en estas, no quería repetir su experiencia de Piamonte; se acercó a la cascada y atado a un arnés observo el acantilado, un poco asustado eso sí.

Luego al regresar al hostal, había que estar en una misma habitación con dos personas más; dos participantes (el cual el ojo de loca en ese momento se activó), uno de ellos era alto, con un six pack de no creer e interesante, el otro joven de la misma estatura de Arturo, de piel clara, sonrisa y ojos que enamoran y personalidad que le llegaba a cualquier persona; una noche amena entre juegos y unas cervezas, una noche que no pasaba de ahí.

Al día siguiente visitar una reserva natural en donde observabas a los animales a muy corta distancia, una pantera, aves de todo tipo, micos (monos), peces del tamaño de una persona normal, y un oso perezoso en particular que era la sensación. Aquel paseo había que despedirlo con una liberación en aquellas aguas cristalinas y cálidas, unas aguas tranquilas en donde todos tus problemas eran dejados, en donde podrías purificar tu alma.

Un bello atardecer despidió esos tres días a aquel grupo de visitantes, un atardecer que incitaba a volver a visitar la zona.

"LA FELICIDAD DE TU VIDA DEPENDE DE LA CALIDAD DE TUS PENSAMIENTOS..." MARCO AURELIO