LA COSTA PACIFICA...

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Debido al conflicto armado colombiano, la costa pacífica caucana es uno de los pocos lugares en donde se puede llegar por medio de transporte terrestre, la única manera de llegar aquellas poblaciones costeras es por a través del mar o por vía aérea, pasajes que son algunas veces muy costosos; esto ha sido uno de los motivos que ha conllevado a que la costa pacífica caucana tenga un desarrollo muy lento en temas como infraestructura, vías terrestres; a comparación de otros municipios caucanos.

La Defensa Civil le había permitido a Arturo conocer la mayoría de municipios del departamento del Cauca, a este joven solo le faltaba conocer unos cuantos, entre ellos el municipio de Timbiqui (un municipio de la costa pacífica caucana, situado a las orillas del rio Timbiqui); conocer este municipio era quizás un reto muy grande para Arturo, reto porque debía viajar por avión (un trayecto que dura aproximadamente treinta minutos) o en lancha por mar (un viaje que podía durar medio día), claro estaba que Arturo prefería viajar por agua ya que no le temía a esta.

Días antes del viaje, Arturo empezó a investigar sobre meditaciones y todo tipo de métodos para perder el miedo a volar; métodos que calmaban un poco a Arturo, pero no en su totalidad. Un día antes y como en todo viaje cualquiera Arturo tenía mucha ansiedad, pero esta vez la ansiedad estaba unidad al miedo, un miedo que lo llevaba a tratar de cancelar el viaje; el día del viaje horas antes de subir al avión, esa ansiedad y miedo se transformaron en resignación, una resignación al subirse a aquella avioneta.

Durante el viaje Arturo cerro sus ojos y prefirió imaginarse que iba en un bus cualquiera, se imaginaba la carretera a pesar de que con sus manos iba agarrado de su silla como "un águila con sus garras toma a su presa", un viaje que duró 20 minutos y a Arturo se le hicieron horas, un viaje en donde una pequeña turbulencia hizo que Arturo dijera y pensara malas palabras, un viaje en donde Arturo iba rezando y a su vez lagrimas salían de sus ojos, mientras una sonrisa serena y temerosa salía de él. Ya casi a punto de llegar, y sin querer abrió los ojos y observo ese verde de la selva pacifica, combinada con un imponente rio, habían llegado a su destino.

En Timbiqui, Arturo se deslumbraba un hermoso rio en donde transitaban como una carretera cualquiera las personas, una gastronomía inigualable, Arturo poco agrado tiene a los mariscos y el pescado (pero por educación debía comer, aunque muchas veces había degustado el ceviche) y un calor humano de aquellas personas que eran las anfitrionas del lugar; visitar lugares cercanos a través de una lancha sobre el rio era un placer que tal vez no se repetiría, no sentía miedo, sentía alegría y liberación, observar los cangrejos vivos y pescados frescos del mercado, llegar al mar a través de la lancha, recoger aquellas conchas y sumergirse en aquella agua salada del mar, era tal vez un sueño; el miedo se había perdido, un miedo a nadar.

Un viaje que disfruto mucho y al cual quería terminar viajando por mar, llegando al puerto de Buenaventura y así poder conocer otro lugar; pero este viaje no se llevó a cabo ya que los tiquetes aéreos de Arturo ya estaban separados, el viaje de regreso tal vez no fue tan traumático como la primera vez que viajaba e avión, un objetivo cumplido, pero que Arturo no desearía volver a repetir.

"LA VIDA NO ES SINO UNA CONTINUA SUCESIÓN DE OPORTUNIDADES PARA SOBREVIVIR..." GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Arturo. début de la fin...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora