Arturo. début de la fin...

SUTENTACIÓN...

Exponer las razones y evidencias que respaldan un trabajo y las conclusiones a las que se ha llegado es el termino de sustentar. La sustentación es el penúltimo paso para graduarte, obtener tu diploma y poder ejercer ser tu carrera.

Arturo desde muy pequeño le tuvo miedo al público, a pesar de que quería ser profesor cuando era pequeño y luego quería ser periodista, siempre tuvo pánico escénico, tal vez por esa razón no estudio comunicación social; aunque es raro porque tal vez su alter ego se imaginaba apoderándose de las cámaras y del escenario entero.

Siempre que debía exponer algo, Arturo se ponía muy nervioso y estos nervios hacían que al momento de hablar se le olvidaran las palabras, empezara a temblar y llegaba su pesimismo, y es que como no, si estaba parado al frente de personas que consideraba sabían más del tema que él.

Pero había llegado el gran día, su sustentación del trabajo; un poco de nervios era normal, sus jurados sabían del tema, debía dar lo mejor del ya que todo lo había preparado muy bien con muchos días de antelación, nada podía salir mal; una breve presentación y palabras de su directora de tesis y era momento de exponer, "Arturo, lo que fue, fue, animo ya terminaste" eran las palabras que se daba internamente, al pararse al frente de aquellas personas, su mente quedo en blanco, no sabía que decir; tuvo que tomar aire y empezar, se sentía el nerviosismo y no sabía a donde debía mirar, pero luego de un tiempo todo había acabado, su tesis había sido aprobada.

Días después era momento de graduarse, los documentos ya estaba listo; una felicidad se confundía con una tristeza porque terminaba esta etapa, su traje era prestado, nunca había utilizado una corbata y se sentía incómodo, su camisa era nueva y sus zapatos eran los del colegio, aun le quedaban buenos, ¿su peinado?, aunque suene raro, no sabía cómo peinarse, así que tomo un poco de gel y se aplicó en el cabello "un chupado de mango".  La ceremonia fue breve pero inolvidable y por supuesto no podían faltar las fotos, fotos en las que por primera vez quedaba bien y que reposan en su casa; una etapa había culminado.