PIPER.
Ambas nos encontrábamos sentadas en la recepción, tomadas de la mano y una más nerviosa que la otra, no podía despegar mi mirada de la puerta donde se supone que los dos pequeños saldrían. Estoy entusiasmada y muy feliz, nuestra mañana fue demasiado agitada empezando con esos 3 diablillos en casa que extrañamente hoy dos de ellos no querían venir por miles de motivos que tenían y por otro lado, Pearl cómplice de esos dos, se negaba a venir, la sacamos del auto a última hora porque desató un llanto nunca antes visto y mágicamente se calmó cuando su hermana mayor la cargó, conveniente para ella.
Todos nuestros pocos familiares ya están enterados de los dos nuevos integrantes en la familia, todos absolutamente felices y apresurados por conocerlos, mi madre y mi suegro fueron los que pegaron el grito al cielo pero de felicidad. Por esas dos partes, anteriormente siempre eran de familia pequeña , padres y uno o dos hijos, en la familia de Alex era lo mismo o eso recuerda ella, ahora llegamos nosotras a romper el título de familia pequeña, somos 7 en esta familia, la más grande en mi sangre, creo yo.
-Tanto demoran.- se quejó Alex, despegó la mirada de la puerta por un segundo para verme.- Estas muy linda hoy sonrió ligeramente y se sonrojo, ay mi amor, le sonreí y le di un corto y fugaz beso en los labios.
- Te amo.- le murmure rápido ya que vi que la bendita puerta era abierta.-Es el momento.
Nos dimos un fuerte apretón y nos levantamos sin soltarnos, Santiago fue el primero en salir, esta triste y se le toma en todo su semblante, esa mirada perdida en el piso y con la cabeza baja sin emoción alguna de levantarla o ver que es lo que sucede a su alrededor. Seguido salía la mujer, la que estaba la otra vez con nosotras y en los brazos lleva a la pequeña bebé, Evangeline.
-Santiago.- lo llamé y este levanto la cabeza, sonrió de poco en poco al verme, podría decir que el color le volvió al rostro, soltó la mano de la mujer y corrió hacia mi tomándome por sorpresa, reaccioné envolviendo mis brazos alrededor de él.- ¿Como estas?.
- Se que mi mamá nos abandonó sollozo con el rostro pegado a mi estómago, mire a Alex preocupada, ella había oído y la mujer también, nos quedamos en silencio. Me agache hacia su altura, limpie sus lagrimas y lo tome del rostro, Dios no puedo creer como me parte el alma ver estos nuevos ojos tan tristes.
-Cariño yo...- Buscaba las palabras en mi mente, una que no suene tan dura para un niño de 7 años y no podía encontrarlas, no tenía ni una palabra en mente.
- No.- murmuro limpiando su rostro.- Solo no vuelvan a dejarme aquí, no solo.- Levanto la mirada hacia Alex quien apenas movía un músculo solo asintió dándole la seguridad y la confianza de que no lo íbamos s dejarlo solo.- Ahora me quedare con ustedes ?.- Ambas lo afirmamos, nos miro por unos segundos hasta que sonrío y asintió de igual forma.
Me tomo de la mano y se posicionó al lado mío, en el medio, su mano es chiquita y tibia, me agrada. La mujer le entregó a la pequeña Eva hacia Alex quien temblorosa la tomó entre sus brazos, ella aún es frágil y tiene problemas con nutrientes por lo que a tan corta edad, meses, tendrá que llevar un tratamiento para que poco a poco se recupere y gane un poco más de peso. La Morena se acercó a mi descubriendo el rostro de la bebita que plácidamente dormía abrigada, es tan linda y frágil, Alex mira con ilusión a tan pequeño ser humano ya que ella es su esperanza.
Me entregaron los papeles actualizados, ni bien los tome senti un gran alivio, no se trata de recibir algo material que uno compra o algo por el estilo, esa hoja representa tanto para ambas, un nuevo paso algo tan nuestro y solo nuestro, llevan nuestro apellido y sin importar que no es la sangre ya los amo como si fueran míos. Sin que nadie se dé cuenta limpie rápidamente limpie una pequeña lágrima, suspire sintiéndome tranquila y en completa paz, no podía pedir más.
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~Oh My Sweetheart~ Vauseman P.T.3°
Romance¿Cuantas pruebas tendrán que pasar para estas juntas ?