𝐗𝐗𝐕𝐈𝐈

250 25 1
                                    

࿐◞ ゚.*・。゚

Sábado por la mañana y me encontraba en un Chevrolet Bel Air del 55' que se encaminaba hacia la supuesta "humilde morada" de Salvatore: Una pintoresca mansión de dos pisos rodeada por un enorme jardín, que si lo pensabas bien lucía más como un bos...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sábado por la mañana y me encontraba en un Chevrolet Bel Air del 55' que se encaminaba hacia la supuesta "humilde morada" de Salvatore: Una pintoresca mansión de dos pisos rodeada por un enorme jardín, que si lo pensabas bien lucía más como un bosque que como un jardín.

Mi chofer fue aquel bigotón de mirada fría, quien no me dedicó palabra alguna durante todo el viaje, aunque si noté que de rato en rato me miraba por el rabillo del ojo—tomé asiento en el asiento del copiloto—tratando de estudiar mi presencia, explorando cada detalle de mi receloso ser con extrema cautela.

Él conducía mientras fumaba un habano, pretendiendo ignorar la extrema tensión que se armó en el auto, la cual se hizo presente en una fuerte ola de calor, la cual llegó a hacerme sentir como si estuviese cocinándome en un sauna.

Abochornado por la caliente sensación de sofoco, bajé la luna del auto, permitiendo que entrara la brisa fresca de la mañana a ventilar cada rincón del auto. Suspiré de alivio.

Pronto mis pensamientos sobre el caliente clima mañanero se vieron interrumpidos por la peculiar voz del bigotón, era profunda y ronca.

—Permíteme preguntarte algo.—Habló de la nada, sin si quiera mirarme, para luego darle una calada al habano.

Tragué saliva antes de responder.

—Dime.—Respondí cortante, dirigiendo mi mirar hacia el bello paisaje que nos guiaba hacia la mansión Salvatore.

—¿Nos hemos visto en otro lugar? Todo tú me parece familiar.—Preguntó con cierto tono de voz que asimilé como uno amenazante.

Estaba sospechando de mí. Lo más probable es que me hubiese visto en el bar del hotel en Florencia hace cinco años, quizás era una tarea sencilla reconocerme en cualquier lugar.

Suspiré pesadamente y giré mi rostro para encarar al bigotón, dispuesto a darle una respuesta. Pero al hacerlo solo logré aumentar los nervios que me consumían, pues conectó su oscuro mirar con el mío, perforando mi piel, tratando de intimidarme con la mirada. Maldito imbécil.

Sentí que si continuábamos de esa manera  por una generosa cantidad de tiempo me reconocería a mí y a mis desesperantes nervios, haciendo que a consecuencia todo lo que había logrado hasta ese momento se fuera al infierno. Y no podía permitirme semejante cosa.

Regresé mi mirar al paisaje y tomé aire antes de responder:

—No lo creo, dudo que nos hayamos visto antes.

Guardó silencio durante unos crudos segundos antes de continuar, dándose tiempo para darle otra calada al habano.

—Disculpa, creo que tienes razón. Te debo de haber confundido con alguien más.

Desde ese momento no volvimos a hablar más durante el trayecto, mientras que aquella sensación de incomodidad y tensión aumentaba cada vez más.
Era como si cada vez que respirara uno de los dos se aumentara un pequeño porcentaje de la incomodidad.

❝ 𝐁𝐄𝐀𝐔𝐓𝐈𝐅𝐔𝐋 𝐁𝐎𝐘 ❞ | 𝒉𝒊𝒅𝒅𝒍𝒆𝒔𝒘𝒐𝒓𝒕𝒉/𝒕𝒉𝒐𝒓𝒌𝒊 𝑨𝑼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora