❝ 𝐁𝐄𝐀𝐔𝐓𝐈𝐅𝐔𝐋 𝐁𝐎𝐘 ❞ | 𝒉𝒊𝒅𝒅𝒍𝒆𝒔𝒘𝒐𝒓𝒕𝒉/𝒕𝒉𝒐𝒓𝒌𝒊 𝑨𝑼

𝐗𝐗𝐕

࿐◞ ﾟ.*･｡ﾟ

—¿Extraña?

Asintió con su cabeza lentamente, dándole otra calada a su cigarro.

—Extraña.

>>Flashback>>

Anthony ~ 2:10 a.m

Luego de separarme de donde estaban Steven y mi querido Beach boy comencé a seguir a un chico castaño de estatura un poco más baja que la mía, quien parecía ser una mercancía más del lugar.

Lo seguí hasta que se detuvo cerca de un pasillo repleto de habitaciones, asumí que en aquellos cuartos se daban los "Servicios".

Pensaba tener diversión esa noche.

Me acerqué a aquel muchacho y le acaricié el hombro para llamar su atención. Dió un respingo cuando notó mi presencia.

—Te veo tenso, dulzura, ¿No quieres divertirte?

Cuando volteó pude detallar su rostro con algo de dificultad, debido a la escasa cantidad de luz en aquel establecimiento.
Su cabello era de un bonito tono de castaño claro y sus ojos eran cafés , irradiaban tanta inocencia.

No parecía tener más de veinte años.

Me miró detenidamente antes de asentir lentamente con la cabeza, como si no estuviese seguro de lo que estaba por hacer.

Le resté importancia a su extraña reacción y decidí no perder más tiempo. Rápidamente me eché a besar su cuello con hambre, haciendo que aquel muchacho emitiera un pequeño jadeo.

No tardamos en unir nuestros labios, y sin separarnos caminamos con dificultad hacia una de las habitaciones que estaban en aquel pasillo. Solo nos separamos para cerrar la puerta, pero pronto volví a acecharlo con mis labios con cierta brusquedad.

Caminamos a tientas hacia la cama, sin dejar de lado el brusco roce entre nuestros labios. Lo tumbé en la cama y me coloqué sobre él acorralándolo entre mis brazos. Me apresuré a besar su cuello con desesperación. Estaba muy urgido, no tenía relaciones desde hace semanas.

—Oye, ¿Tienes preservativos?—Pregunté sin despegar mis labios de su cuello.

No pensaba tener relaciones con él así nada más, ¿Con cuantas personas más pudo haber estado? Ew, que asquito.

—Eh..N-no, los olvidé.—Dijo con nerviosismo.

Me detuve cuando sentí que su cuerpo comenzó a temblar. Me empecé a preocupar ¿Y si estaba enfermo? ¿Y si me contagiaba? ¡Ay no!

Me separé de él rápidamente. Me miraba con terror.

—¿Me hará algo?

—¡Por supuesto que no, dulzura! Bueno, no haré nada que no quieras.—Sonreí.