Las noticias vuelan

1.6K 191 100
                                    

Nos pusimos nuestras ropas rápidamente y bajamos por la escalera prácticamente a hurtadillas, le señalé a Niels la cocina, así entraríamos sin que mi madre notara nada raro.

Abrí la puerta y ella me dio una de sus mejores sonrisas...

—Jess, cariño, voy a hacer vuestra cena preferida —dijo ella en castellano.

—¡Vale, mamá!

Se quedó mirando sorprendida porque detrás de mí apareció Niels.

—¡Hola! —dijo Niels saludando con la mano.

—¡Hola! —Sonrío mamá. Ella cambió el idioma, solo hablábamos castellano entre nosotros. Por educación si había alguien que no entendía ni una palabra pues pasábamos al inglés.

—¿Seguís liados con el trabajo de química?

—Eh... Sí, prácticamente está acabado.

Miré a Niels sintiéndome culpable por mentir a mi madre.

—¡Niels! ¿Quieres quedarte a cenar voy a hacer una comida que le gusta mucho a mi marido y a Jess?

Él me miró cómo no sabiendo qué responder.

—Vale, muchas gracias. ¿El nombre de tu madre? —dijo susurrándome.

—Paz —contesté...

—¡Gracias, señora Paz!

—Ohh no, hijo, llámame Paz a secas, nada de señora que me haces sentir muy mayor. —Sonrió.

Niels le sonrío también y estuvimos ayudando a mi madre a poner las cosas en la mesa.

Después se incorporó papá en la cocina para cenar. Noté que Niels se sentía muy cómodo tanto con mi padre cómo con mi madre.

Ya sentados y terminando de cenar, hablábamos de todo un poco... A mi padre le gustaba que Niels fuera del equipo de futbol, ya que él amaba el fútbol americano.

Charlaban de los entrenamientos tan fuertes y la disciplina que tenía que llevar.

—Paz, la comida estaba increíble creo que también será mi plato preferido desde ahora, ¿cómo se llama?

—¡Ohhh, muchas gracias! Pues son albóndigas en su salsa es un plato de mi tierra —dijo mamá con orgullo...

—¡Está muy rico!

—¿Quieres más? Si quieres le doy la receta a Lena para que te lo prepare cuando tú quieras.

—No, gracias, ya he comido demasiado. Eso sería un gran detalle por tu parte.

Mi padre se quedó mirando a mi madre y a Niels como no entendiendo de que iba la conversación.

Sonó el teléfono de Niels, él lo miró rápidamente...

—Bueno, yo me tengo que ir a casa... Muchas gracias por la cena, Paz y Cesar.

—¡De nada, Niels! Cuando quieras esta es tu casa también.

Me levanté para acompañarlo a la puerta...

—Tus padres son increíbles, Jess. Hmmm voy a pensar en ti toda la noche, preciosa —se acercó besando mis labios.

—¡Y yo en ti!

—Mañana me gustaría invitarte a cenar y, después, no sé, pasear por algún sitio bonito... ¿Qué te parece?

—¿Es una cita?

—Pues sí.

—¡Vale! Ya estoy deseando que sea mañana. —Sonreí.

Nos despedimos con un último beso y entré a mi casa perdida en mis pensamientos.

Mi padre y mi madre estaban mirándome cuando cerraba la puerta.

Papá rompió el silencio incómodo y soltó:

—¿Estáis saliendo?

—Bueno, nos estamos conociendo —respondí, mi madre me miró sorprendida.

Así que ella me preguntó:

—¿Desde cuándo?

—Hace solo unos días —contesté un poco avergonzada.

Entonces mi madre añadió:

—Cesar, ¡no sabes! Niels es hijo de la ministra Stewart, la mano derecha del gobernador de Idaho.

—¿Qué? ¿Esa no es la familia conservadora de la que me hablaste?

—¡Sí! La madre es muy antipática, pero a Niels no se le ve de esa manera.

No tenía ni idea de que mi madre pensara eso sobre la madre de Niels.

—No, bueno, tengo que confesar que al comienzo no me caía muy bien. Mejor dicho, su grupo de amigos, pero después lo fui conociendo y no es de la manera que creía.

—¡Hija! —dijo mamá—, me parece buen chico, pero tienes que tener cuidado...

—¡Sí, madre! Voy a dormir, por cierto, mañana he quedado en salir con Niels, será nuestra primera cita.

—¿¡Una cita!? —chillaron los dos al mismo tiempo.

—¡Sí! Así que asumo que tengo el permiso correspondiente.

—Claro que sí —dijo mamá.

A mi padre no lo vi muy convencido, pero no le llevó la contraria a mi madre.

Llegué a mi habitación y empecé a recordar todo lo que habíamos hecho aquí en mi cama.

Sonó mi móvil, era Maggi...

—Hey, Jess, los rumores dicen que te fuiste con Niels en su coche.

—Ups, sí que se aburren en este pueblo, ¡sí! Me dejó en casa y mañana tengo una cita con él.

—¿¡Qué!? Madre mía lo sabía, él te miraba de una forma...

Quería contarle todo lo ocurrido a Maggi con Niels, pero sería mejor en persona, así que quedé con ella el domingo.

Me fui a dar una ducha para refrescarme, ya que sabía que con todo lo que viví con Niels esa tarde me costaría muchísimo dormir. Lo más probable era que me pusiera una película para poder tener un poco de sueño.

Dos Polos Opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora