Dos Polos Opuestos.

Sorpresa Sorpresa

Esa noche de confesiones nos quedamos dormidos, y abrazados en nuestra cama, ahora entendía muchas cosas de Niels. Fui la primera en despertar y verlo con su perfecto rostro dormido, me enternecía... No podía quererlo más.

Me quedé observando y me acerqué para darle un beso. Él sonrió y fue abriendo, poco a poco, los ojos.

—Mi hermosa, Jess —susurró y me abrazó.

Sentí sus cálidos brazos a mi alrededor pegándome hacia él y besando mi frente, me sentía en el cielo con sus muestras tan dulces de cariño.

—Jess, hay una cosa que no te he mencionado.

—¿Qué cosa? —Lo miré con curiosidad.

—Mi madre, al parecer, está metida en algunos líos de dinero y la están investigando. En pocas palabras quiere que le salve el culo y a mi hermano le interesa porque se presentará en las próximas elecciones y no quiere escándalos.

Me quedé callada, pero pensé que la madre de Niels era una mujer muy mala, tenía una intuición muy negativa hacia ella después de vivir su humillación y desprecio.

—¿Y qué piensas hacer, Niels?

—He decidido que tengo una nueva vida con una hermosa chica y mi madre tiene abogados, lo más probable que el marido que tiene le ayude en toda su movida. Y, por mi hermano, lo siento por él, pero ya ha decidido al igual que yo.

—Niels, con respecto a tu madre sabes que no tengo muy buenos recuerdos de ella, pero te apoyaré en la decisión que tomes.

Después de todo lo que hablamos ese fin de semana me sentía muchísimo más unida a él, nuestro vínculo se había fortalecido libre de secretos y miedos.

Al día siguiente, me fui al trabajo como cada lunes, era una mañana de locos porque mi jefe estaba muy nervioso por un presupuesto que tenían que aceptar.

Recibí una llamada de la recepcionista...

—Buenos días, señorita, tengo en recepción una persona que quiere hablar con usted.

—Hola, Elena, ¿sabes quién es?

—Señorita Jessica, es el señor Mike Stewart.

—Vale, dígale que pase, Elena, gracias.

El hermano de Niels fue a hablar conmigo y sabía que después de lo desagradable que fue, no debería, pero como Niels me contó todo su pasado, al menos le daría una oportunidad...

Tocaron la puerta de mi despacho y dije:

—Adelante.

La puerta se abrió y pude ver el pelo rubio repeinado de Mike, entrando en mi oficina con elegancia y seguridad. Mike tenía las pintas del típico adinerado que siempre vestía impoluto con ropa y accesorios de marcas exageradamente caras, como un reloj que llevaba que brillaba por donde lo miraras.

Me encontré con sus ojos azules idénticos a los de Niels. Él me miraba expectante y con una semi sonrisa cínica.

—Hola, Jessica, gracias por recibirme pensaba que te negarías.

—¡Hola, Mike! Nunca des por hecho nada y tienes suerte que no soy rencorosa, además de que eres el único hermano que tiene Niels.

Sonrió de lado y respondió:

—Seré breve e iré al grano, no sé si sabes que mi hermano iba a hacer un bufete de abogados en Idaho, el cual iba a trabajar para nuestra madre. Y ahora él ha mandado todo a la mierda para estar en este estado contigo.

—Sí, estoy al corriente y también que él ha tomado una decisión.

—¿Y te parece lógico un chico con la capacidad que tiene Niels esté aquí y no en una ciudad grande como Idaho donde tiene todo para ser un reconocido y brillante abogado?