Dos Polos Opuestos.

Prejuicios

El sábado quedé con Niels en casa, ya que mis padres estarían en la barbacoa de Lena.

Niels me puso al día de la conversación que mantuvo con su padre el día anterior. Su padre nos daba todo su apoyo, aunque también me contó que con su madre tuvo una pelea en la cena y que se tuvo que levantar y marchar a casa de Dylan.

Yo no podía creer que su madre no aceptara nuestra relación. ¿Qué le había hecho yo? ¿Por qué? Esas preguntas eran una incógnita para mí.

Nuestro fin de semana fue cómo siempre, mágico entre besos, abrazos y caricias.

Pasaron las semanas y estuvimos muy ocupados con los exámenes finales, teníamos muy poco tiempo para nosotros, ya que nos dedicamos a estudiar, yo no había vuelto a la casa de Niels después de la desagradable escena con su madre, obviamente no quería volver a pisarla, así que algunas veces nos íbamos a mi casa.

El último día de exámenes finales, después del instituto fuimos a mi hogar y nos encontramos con mi madre, yo le di un beso y Niels le dio otro.

—¡Mamá! ¿Qué tal? ¿Cómo ha ido el día?

Tenía una mirada triste que intentó disimular con su sonrisa.

—Ya no trabajo más en el service, han decidido echar gente de plantilla y como fui la última en entrar, ya sabes me tocó el premio.

—¿Has hablado con el service para que te consiga otra cosa?

—Sí, mañana iré temprano, una de las agentes me ha citado.

—¡Ánimo! Madre eres una trabajadora nata, ya encontrarás cualquier otra cosa.

—Paz, me encantaría poder ayudarte en lo que pueda —comentó Niels.

—Muchas gracias por los ánimos, pero ya veréis que mañana conseguiré otra cosa.

Estuvimos merendando con ella, había hecho empanadillas, las cuales devoramos.

Al día siguiente me levanté tarde, bajé para desayunar, y me encontré a mi madre sollozando y mi padre consolándola.

—¡Mamá! ¿Qué ha pasado? —Pregunté preocupada. Ella me miró y secó sus lágrimas.

—No me quieren en el service, he ido esta mañana temprano y me han dicho que alguien importante ha dado mi nombre para que no me contraten.

—¿Qué? ¿¿Importante??

Me quedé muda. Mi cabeza empezó a sacar conclusiones que no eran del todo descabelladas... ¿Y si la madre de Niels tuvo algo que ver? ¿Quién más importante que ella en este pueblo?

—No entiendo nada... ¿Quién podría hacernos esto? —añadió papá.

No sabía si compartirlo con ellos, pero no me podía quedar con esto en la cabeza.

—Mamá, sé que es una locura lo que te voy a decir, pero quizás puede ser la madre de Niels...

Ella abrió los ojos como platos, mi padre me miró sorprendido y al unísono dijeron...

—¿¡Qué!?

—Hace ya varias semanas se enteró de la relación que mantenía con Niels y bueno no me quiere con su hijo —añadí con tristeza.

—¿No te quiere con su hijo? ¿Por qué? ¿Por qué eres hija de la limpiadora o de una inmigrante? ¡Dios! Lena tenía razón cuando dijo que esa mujer es muy oscura...

—No sé, mamá, quizás las dos cosas, esa mujer está llena de prejuicios.

—¡Qué terrible! Todo esto, pero ¿qué hemos hecho nosotros? —suspiró papá desconcertado.