Sin Tí

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Esa tarde que Niels cortó conmigo fue muy doloroso, estuve llorando toda la noche hasta que mi cuerpo se quedó sin fuerzas y, del cansancio de mi mente, pensando en todo lo ocurrido, caí en un sueño profundo.

Cuando desperté, vi que la puerta de mi habitación estaba entreabierta, miré mi móvil y era casi mediodía, obviamente no iba a ir al instituto.

Tenía mucha sed, bajé por las escaleras y entré en la cocina, estaba mi madre haciendo el almuerzo, yo cogí un vaso con agua y lo bebí del tirón.

—¡Jess! Me vas a explicar ahora, ¿qué es lo que te pasa?

Puso su mano en la boca cuando me vio.

—¡¡Te ves terrible!! Ayer no querías hablar, te he dado tu espacio, pero es mejor contarlo y sacar lo que tienes dentro.

—¡Mamá! Ayer Niels cortó conmigo, porque dice que solo confía en los suyos. En pocas palabras, en mí ¡no! Supongo que todo esto es un shock para él y lo entiendo. Pero no puedo evitar sentir dolor, mamá, siento una presión en el pecho. Ahora ¿qué hago yo con todo este sentimiento?

Mis lágrimas empezaron a rodar otra vez por mis mejillas.

Mi madre me apretó contra ella, abrazándome y dándome su apoyo.

—¡Llora, hija mía! ¡Desahógate, ya sabes que nosotros estamos aquí para apoyarte, Jess! Y tú eres fuerte y saldrás de esta situación.

Me derrumbé en brazos de mi madre llorando como cuando era pequeña.

Estábamos en el comedor, yo recostada en el sofá y mi cabeza apoyada en el regazo de mi madre. Ella tenía puesta la televisión, hacía zapping mientras me acariciaba el cabello.

De pronto, en las noticias hablaban del asesinato de Nick Stewart, explicaban que había sido el esposo despechado de la amante Lena Rodríguez y que ella también estaba en proceso investigación.

Pasaron las imágenes de los familiares en directo, estaban enterrando al padre de Niels y pude ver a la madre que daba unas declaraciones a la prensa diciendo.

—Por eso tenemos que devolver a los inmigrantes a sus países por estas cosas, hoy me tocó a mí, mañana será a alguno de vosotros.

Pude ver en la parte de atrás los hijos vestidos de negro con gafas oscuras y junto a Niels estaba Mía.

Yo me quedé alucinando, confiaba más Niels en ella, que en mí.

El corazón me empezó a doler y las lágrimas empezaron a salir otra vez.

Me levanté y fui corriendo a mi habitación antes de que mi mamá dijera algo le dije...

—¡Mama! Déjame sola por favor.

Y ahí me quedé todo el día, no tenía hambre, no me había duchado, ni peinado, sentía que me dolía el cuerpo.

Al día siguiente por la mañana tocaron la puerta de mi habitación y era Maggi.

—¡Jess! ¡Dios mío! ¡Estás horrible!

—¡Maggi! ¿Qué haces aquí? —No sabía ni la hora que era...

—Ayer llamé para saber cómo estabas, como no respondías al móvil, llamé a tu casa y tu madre me contó. Así que decidí venir temprano para que te vengas conmigo al instituto.

El móvil no lo había encendido.

—¡No! No quiero salir de aquí, no iré al instituto.

—¡Jess! ¡No puedes quedarte aquí! Y, tía, tienes que ser fuerte... ¿Te vas a poner así por un hombre? Pero ¿¡qué te pasa!? ¿Dónde está tu orgullo y tu amor propio?

Dos Polos Opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora