Te defiendes o te destrozan

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Niels

El día que apareció Liz en mi trabajo me sorprendí mucho, estaba muy cabreado más que nada con mi hermano por cómo trató a Jess y el comentario adrede que hizo.

—¿Qué quieres? Y ¿cómo sabes dónde trabajo?

—Tu hermano tiene muchos contactos y sabía dónde estabas trabajando, pues si te soy sincera, Mike quiere que intente convencerte para que regreses. Yo sé que es imposible... ¡Tranquilo!

—¡Ahí te doy la razón! —farfullé mirando a Liz serio.

—Me di cuenta de que estabas colado por esa chica el día de la boda de Dylan, era muy obvio, sobre todo porque nunca me miraste de esa forma, yo no sabía tu historia, ahora lo entiendo por la conversación que tuvieron el otro día en vuestro apartamento.

—Entonces ¿has venido a darme la enhorabuena?

Se carcajeó y respondió:

—El sarcasmo viene de familia, ¿verdad? He venido porque así me lo pidió tu hermano, ahora que vivimos prácticamente juntos, me gusta complacerlo.

—¿Ahora sois pareja?

—Ya sabes que no nos va ese rollo de pareja, somos muy buenos amigos.

—Liz, no quiero ser grosero, pero dentro de nada termino mi jornada laboral y como ves tengo mucha documentación que ver, así que...

—Niels, realmente quién te quiere allí es tu madre, escuché que se lo decía a Mike.

—Mi madre tiene a tu padre para poder tener el mejor abogado de Idaho.

—Quizás, pero no sé si ellos están muy compenetrados.

Alcé una ceja y pregunté:

—¿A qué te refieres con eso?

—Nada, cosas que a veces escucho sin querer...

Me levanté para ya arreglar mis cosas e irme a casa, la verdad que esta tía estaba un poco pirada.

—Me voy a casa, Liz.

—Perfecto y yo a mi hotel que mañana viajamos para Boise.

Salimos juntos y ya abajo, en la entrada, me volvió a decir que mi hermano me necesitaba y que pensara mejor las cosas.

Me reí de su estúpido consejo, consideraba que era una chica que se creía adulta cuándo, realmente, sigue siendo una niñata cabeza loca.

Se quedó mirando fijamente detrás de mí y añadió:

—Ahí viene tu chica a buscar a su hombre.

Al girarme pude ver a Jess. Me alegré tanto de verla, no había venido nunca a mi trabajo y fue realmente una sorpresa, Liz ese día desapareció, supongo que al vernos decidió no molestar.

Así pasaron los meses con mi preciosa Jess, cada día la amaba más y quería demostrarlo con detalles, aunque a veces pensaba que eso no era suficiente, decidí hablar con Dylan, mi gran apoyo en todo esto, le escribí un WhatsApp.

«Hey, hermano, ¿puedes hablar?»

«Hola, Niels, ¿qué pasa tío? ¿Todo bien?»

«Una pregunta muy importante, Dylan, ahí va... ¿Cómo supiste que tenías que tomar la decisión de casarte con Maggi?»

«¿En serio? Tío, simplemente te das cuenta, no hay un manual de instrucciones. Sabía que Maggi era la correcta por sus demostraciones, por su manera de ser...»

«Dylan, quiero comprar una casa para nosotros, he estado mirando unos sitios muy chulos en Miami, pero quizás debería decirle de casarnos... Es que no sé cómo hacerlo, soy un desastre, nunca he creído en el matrimonio, eso ella lo sabe, aunque nunca le he preguntado si ella realmente lo quiere.»

Dos Polos Opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora