Cría cuervos...

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Niels

El día que le pedí matrimonio a Jess fue el mejor día de mi vida, esa reflexión que dijo de las personas imperfectas, se quedaron grabadas en mi mente. Ella siempre tenía respuesta para todo, éramos tan diferentes, pero encajábamos perfectamente como un puzzle.

Volvimos a nuestros trabajos, esa semana sería movidita, ya que llegaba mi hermano a casa y no íbamos a parar, quería enseñarle todo Florida, me daba entusiasmo que viniera, era mi único hermano y le quería, aunque a veces tuviéramos diferencias.

El sábado me levanté temprano y fui a recogerlo al aeropuerto, tenía que hablar con él sobre muchas cosas, me rondaba en la cabeza el caso de Lena Rodríguez esa mujer era inocente y pagó por un crimen que no cometió, esa mujer se merecía una indemnización de tantos años de sufrimiento en una cárcel, solo por estar enamorada de mi padre.

Vi salir a Mike con una maleta negra desorientado.

—¡Hey, Mike! —Alcé la mano para que me viera.

Él me iba a dar la mano y yo le di un abrazo, quería recuperar a mi hermano del pasado.

Mike estaba flipando un poco del clima tan caluroso, en el coche hablábamos de cosas sin importancia y ya al final del trayecto a casa me agradeció por invitarlo aquí unos días.

Entre Jess y yo le enseñamos un poco la casa, él quizás tenía más el carácter de mi madre, no lo culpo, lo llevaba en los genes y con eso no se podía hacer nada.

Ya cuando desayunamos nos fuimos a la parte de arriba para que Mike viera su habitación y dejará sus cosas allí, él me preguntó por Scar.

—¿Y esa chica? ¿Es familia de Jess?

—No, es su amiga de la infancia.

—Una chica muy atractiva —pude ver en su mirada lujuria.

—Y muy buena persona, la verdad que no me puedo quejar de las amistades y la familia de Jess... Cambiando de tema, ¿qué te parece si vamos a la playa? Hace muy buen día...

—Por mí no hay problema, hace años que no voy...

—Pues se lo diré a las chicas.

Efectivamente, le comenté a ellas y estaban encantadas con la idea, así salimos a despejarnos de nuestros problemas y rutinas.

Regresé a casa con Mike porque Jess tenía que llevar a Scar, era ideal porque así podría hablar con mi hermano acerca de mi madre.

Le ofrecí una bebida y nos fuimos al jardín, no dejaba de mirar la casita de árbol. A lo que preguntó:

—¿Y esa casa de árbol? ¿Te lo pidió Jess?

—No, la mandé hacer yo, prácticamente ahí empezó todo entre ella y yo, así que es especial.

Me sonrió...

—Ahora eres un romántico empedernido...

—Ella lo vale, Mike, espero que algún día lo entiendas o comprendas.

Me miró y alzó su copa...

—¡Salud! Por eso entonces.

—Y ¿tú? ¿Cómo llevas todo esto?

—Fatal porque fui un imbécil en confiar en nuestra madre, la cagué con Liz y mi carrera se ha ido al garete.

—¡Mike! ¿Por qué confiabas tanto en mamá?

—No lo entenderías, Niels, ella me ayudó muchísimo cuando llegué para lanzar mi carrera en Idaho, se dejaba la piel por mí.

Me aconsejaba en quién y dónde podía confiar, y te digo algo, en poco se equivocaba, ella será lo que quieras, pero en eso ella era una líder nata y mucha gente le temía, era decir que era hijo de Kimberly y nadie me refutaba nada, noté que cada día tenía más contactos y más poder, en menos de un año ya me querían en el capitolio.

Dos Polos Opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora