Atracción

961 124 104
                                    

La semana que Niels me propuso matrimonio se me pasó volando, le conté a Scar todo porque no paraba de hacerme preguntas, estaba tan feliz que llamé a mi madre para darle la noticia, ella se había enterado por la prensa de lo de la madre de Niels y sentía mucha tristeza por él, a la vez estaba contenta por el nuevo paso que íbamos a dar.

—Jess, estoy muy contenta por ti y por él, la verdad, sé que sufriste mucho cuando terminó la relación, pero, hija, en parte fue bueno, ambos habéis madurado y sabéis lo que queréis. Así que estoy feliz y ¿para cuándo será la boda?

—Mamá, no lo tenemos claro todavía, mañana ya nos mudamos y Mike, el hermano, vendrá unos días necesita apoyo, está hecho polvo.

—Bueno, Jess, disfruta de tu nuevo hogar y muchas felicidades, ya le contaré a tu padre...

—Vale, mamá, un beso para los dos. ¡Os quiero!

También le había contado a Maggi. Ella me dijo que algo sabía, supongo que Dylan estaba al tanto de todo.

El domingo fue una locura, yo no sabía que tenía tanta ropa, me costó la vida organizarla, sin embargo, Niels lo tenía todo muy bien puesto y listo para poner en el coche.

Llegamos a nuestra casa y fui corriendo a ver cómo había quedado el comedor, la cocina y el mobiliario de las habitaciones, estaba todo como el diseñador me dijo... Nuestra habitación era inmensa tenía un enorme vestidor, tan grande que la ropa que tenía no lo llenaba, mi apartamento era bastante pequeño.

—Wow, Niels, no puedo estar más feliz.

—Lo sé, lo veo en esta hermosa sonrisa y en tus ojos brillosos.

Me lo decía mientras me acercaba a él.

—Aish, es que me parece todo un sueño. Jamás pensé en tener un novio tan guapo, tan romántico y detallista.

—¡Tú sí que eres guapa! Y tienes un corazón que no te cabe en el pecho.

Nos besamos y nos perdimos en nuestra habitación nueva que era momento de estrenarla.

Los días siguientes ya empezamos con nuestras rutinas laborales y Mike vendría el fin de semana, con lo que tuvimos el tiempo justo para poder acabar todo lo que faltaba hacer en casa.

Ya el viernes por la noche invité a Scarlett a casa para cenar y enseñarle la casita de árbol.

Ella estaba muy animada porque quería festejar su cumpleaños en un barco de su colega, sería una fiesta en la cual iríamos todos vestidos de blanco.

—¿Qué te parece la idea? —preguntó Scarlett.

—A mí me encanta, además que nunca he ido una fiesta en un barco.

—Y tú, Niels, ¿qué opinas?

—Mola mucho, Scarlett, además es tu cumpleaños, eres tú la que eliges.

—Sí, que, por cierto, es muy difícil regalarle algo a Scar, este año, amiga, no tengo ideas, dime que te hace falta.

El móvil de Niels empezó a sonar, se levantó y salió al jardín para contestar.

—¡En serio, Jess! ¿Quieres saber lo que me hace falta? Pues un satisfyer no me vendría mal.

Casi tiro la bebida de la risa.

—Tú tienes a Niels, que te da acción cada noche, yo llevo una temporada comiéndome los mocos, tía.

Me empecé a carcajear de la sinceridad de mi amiga.

—¡Eres la bomba, tía! ¿En serio? —pregunté.

—Nunca he hablado tan en serio en mi vida —añadió.

Dos Polos Opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora