Capítulo 2

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Al recoger nuestros respectivos horarios, los comparamos. Mike y Alice están juntos en casi todas las clases, mientras que yo no tengo ni una sola clase con ellos.

-¡Qué asco de horario!- Exclamo.

-Que no te sorprenda, estás en muchas clases avanzadas, nosotros no tenemos ese privilegio.- Se burla Alice.

El primer timbre suena y nos despedimos. Reviso mi horario una vez más y veo que tengo clase de biología. Me encanta biología, así que no es un mal inicio.

Al llegar al salón noto que ya hay personas ocupando asientos, así que me coloco en el asiento central de la primera fila, para estar lo más atenta posible. El profesor Brook entra al salón y asienta sus cosas en el escritorio, se acomoda los lentes y nos mira uno por uno.

-Bueno, no hay caras nuevas, así que ya saben quién soy y qué materia doy, no hay necesidad de repetirlo. Empecemos el día de hoy abriendo sus...

Antes de que el profesor Brook pueda terminar su frase, la puerta del salón se abre y todos comienzan a murmurar. Yo estoy muy ocupada abriendo mi cuaderno.

-Tú debes ser Scott.- Dice el profesor Brook.

Alzo la mirada y en seguida se ahoga en un par de ojos color avellana, pero regreso a la realidad cuando esos ojos dejan de mirarme.

-Cameron, Scott es mi apellido.- Corrige el chico nuevo, el cual ya ha entrado al salón y ha cerrado la puerta a sus espaldas.

-De acuerdo, Cameron. Tienes retardo y, si se repite, espero que toques la puerta antes.- Dice el profesor Brook en un tono grave y serio.

El chico nuevo, Cameron, sólo asiente levemente y se dirige al fondo del salón, quedando detrás de mí.

Minutos más tarde, nos encontramos viendo un video de moléculas, pero estoy tan aburrida que decido apreciar el clima cálido a través de la ventana. Por instinto, miro por encima de mi hombro y me encuentro a Cameron mirándome fijamente, su escritorio está vacío, lo que indica que no ha hecho nada en la clase. Él se niega a apartar la mirada, pero es tan intensa y misteriosa que lo hago yo, obligándome a seguir atenta a la clase.

Al sonar el timbre, me tomo mi tiempo guardando mis cosas en mi mochila, así evito ser aplastada al salir por la puerta.

-Hasta luego, profesor Brook.- Digo caminando hacia la puerta.

-Adiós, Jones.- Responde sin mirarme, concentrado en unos papeles.

Cuatro clases después, me dirijo a mi casillero para guardar mis cosas. Reviso mi celular y veo que no tengo ningún mensaje de Abby, aunque, en realidad, nunca lo he tenido, sigue sin comprender cómo usar uno, así que el que le regalé no ha servido de mucho.

-¿Cómo te fue en tus clases?- Escucho la voz de Alice a mis espaldas.

Cierro mi casillero y me doy la vuelta, Alice está con los brazos cruzados y Mike ha decidido limarse las uñas.

-Bien.- Respondo mientras caminamos hacia la cafetería. -Tan bien como las clases puedan estar.

-¿Te topaste al guapo misterioso?- Pregunta Mike, alzando las cejas.

-Yo no. No está en, literalmente, ninguna de mis clases.- Dice Alice.

-Tampoco en las mías.- Concuerda Mike.

-Ahora que lo mencionan...- Los interrumpo. -Está en todas mis clases.

Mike y Alice dejan de caminar y me miran directamente, entre sorprendidos y curiosos.

-¡Cuéntanos!- Gritan al unísono.

-No, me refiero a que está en todas mis clases. Literalmente en todas.- Respondo, mientras intento ordenar mis pensamientos.

-Ajá, ¡cuéntanos!- Repite Mike.

-¿No se les hace extraño? Nunca ha habido dos horarios exactamente iguales.

-Sí.- Comienza Alice. -Sí es extraño. Tal vez ingresó en este instituto solamente para acosarte, tal vez te secuestre, ten cuidado.- Termina en tono de burla, haciéndome rodar los ojos.

Mike ríe y al fin llegamos a la cafetería. Está plagada de alumnos, pero, para nuestra suerte, no hay mucha fila para comprar algo. Llegamos al mostrador y pedimos lo de siempre: una ensalada para Mike, una rebanada de pizza para Alice y un sándwich vegetariano para mí.

Nos sentamos en nuestra mesa y Mike y Alice comienzan a debatir sobre la importancia de los carbohidratos, ya que Mike les tiene terror y Alice es mejor amiga de ellos. Me quedo mirando mi sándwich, perdida en mis pensamientos, cuando decido alzar la mirada. Cameron está entrando a la cafetería a paso lento, pero decidido, en menos de dos segundos ya tiene a Jessica encima, probablemente ofreciéndose para darle un recorrido por el instituto o algo así, pero veo a Cameron negar con la cabeza y seguir caminando, dejando a Jessica tan sorprendida como lo estoy yo. Nunca había visto a alguien rechazar a Jessica, en nada. Si Jessica te dice que pases la lengua por la suela de tu zapato más viejo, lo haces.

Sigo a Cameron con la mirada y noto que se sienta en una de las mesas más alejadas de la cafetería, no tiene nada de comida, pero saca su celular y comienza a hacer una llamada, se ve muy serio. Me pierdo en sus gestos enfadados hasta que su mirada se clava directamente en la mía, doy un pequeño brinco y me uno a la conversación que sí me incumbe.

-Parece que le llamaste la atención.- Comenta Alice, mirándome con cara seductora.

-¿De qué hablas?- Pregunto mientras que me enfoco en desempapelar mi sándwich.

-Te está mirando.- Dice Mike, dando un bocado de su ensalada.

-¿Quién?

-¡No te hagas estúpida!- Dice Alice.

-Sabes perfectamente bien de quién hablamos.- Le sigue Mike.

Decido ignorarlos y, por fin, cambian de tema, pero mi cabeza no deja de dar vueltas. Son solamente unos ojos, ¿cómo puedo estar tan perdida en ellos? Y, más que nada, ¿por qué?

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