Capítulo 15

238 15 0
                                    

El lugar está decorado con muchas luces blancas y diminutos copos de nieve, hay una gran alfombra negra que guía hasta la entrada.

Al entrar, quedo sorprendida. Hay meseros caminando de un lugar a otro, hay muchas mesas con personas platicando entre risas y vasos de champaña, pero la pista de baile tampoco se queda atrás.

—Iré por un trago.— Dice Alice.

—Te acompaño.— Dice Mike, siguiéndola.

—¿Sorprendida?—Se burla Cameron al ver mi rostro.

—Es hermoso.— Digo, sin poder dejar de mirar el lugar.

—¿Te quieres sentar?— Pregunta, haciendo un movimiento con la cabeza para señalar una mesa vacía.

Asiento y Cameron me guía a ella. Cuando nos sentamos, admiro las flores del centro y el mantel de seda.

—Bonito vestido, Leslie.— Me dice Emma, una chica que está en mi clase de cálculo.

—Gracias, Emma.— Le sonrío. —El tuyo está precioso.

Me lanza una sonrisa tímida y se va.

—Jamás la había escuchado hablar.— Dice Cameron, haciéndome reír.

—Es un poco tímida, pero es muy buena persona.— Sonrío.

—Emma.— Dice Cameron sonriendo. —Me gusta el nombre Emma.

—Es muy bonito.

—Tal vez, cuando llegue el momento, podríamos llamar Emma a nuestra hija.

Una sonrisa se forma en mis labios y, cuando Cameron me besa, en ese beso tan tímido, puedo ver pasar todo mi futuro con él en mi mente. Por alguna razón, al pensar en un futuro con Cameron, me da la sensación de que no debo preocuparme por nada, de que todo es posible si estoy junto a él.

—Vamos a bailar.— Se escucha la voz de Alice detrás de nosotros, ya un poco afectada por los tragos.

—No soy mucho de bailar.— Dice Cameron.

—Inténtalo.— Dice Mike, haciendo unos pasos de baile muy divertidos.

—Ve a bailar con ellos.— Me dice Cameron. —Te espero aquí.

La idea de bailar con mis amigos no me desagrada, pero renunciaría a la música en un segundo con tal de seguir platicando con él.

—Vayan ustedes, chicos.— Los miro. —Tal vez al rato los acompañe.

—Como desees.— Dice Mike, jalando a Alice a la pista.

Cameron y yo continuamos platicado, de vez en cuando mirando hacia la pista para reírnos de Alice y Mike, los cuales bailan sin control.

Un tiempo después, una canción lenta comienza a sonar, Cameron me mira y me ofrece la mano. Yo lo miro con una ceja levanta antes de aceptarla.

—Creo que puedo intentarlo.— Me sonríe.

Acepto su mano con sorpresa y nos levantamos de nuestras sillas, nos abrimos paso entre la gente y nos mezclamos entre las personas que bailan al ritmo de la música.

Siento su mano en mi cintura y comenzamos a balancearnos mientras que nos dejamos guiar por la música.

Descanso mi cabeza en su hombro y nos mantenemos en silencio, un silencio que no es incómodo, un silencio que nos deja respirar la presencia del otro.

—Tengo una sorpresa para ti.— Susurra en mi oído.

—¿Cuál es?— Alzo mi cabeza para mirarlo.

—Si te lo dijera ya no sería sorpresa.— Me sonríe.

—Y, ¿cuándo podré saber qué es?

—Saliendo de aquí.

—¡Chicos!— Grita Alice. —Iremos a un club, ¿quieren venir?

—Pero no son mayores de edad aún.— Dice Cameron, haciéndonos reír a todos.

—La edad no importa si tienes contactos.— Mike se encoge de hombros.

Antes de poder rechazar su propuesta, Cameron me interrumpe.

—En realidad, estaba pensando robarme a Leslie hoy, si es que no les molesta.

Mike y Alice se miran.

—¡No!— Dicen al unísono.

—Para nada.— Dice Mike.

—No hay ningún problema.— Dice Alice.

Tienen una sonrisa cómplice que no puedo descifrar.

—Nos vemos luego, entonces.— Dice Mike.

Alice se acerca a mí y me da un fuerte abrazo.

—Diviértete.— Me susurra.

Los chicos desaparecen entre la multitud y Cameron me mira.

—Cuando estés lista.

—¿Está aquí la sorpresa?— Pregunto emocionada.

—No, tenemos que ir hasta ella.

—¡Vamos ya!

—¿Segura?— Mira alrededor. —¿Te quieres ir ya de tu baile de invierno? La sorpresa no se irá a ningún lado.

—Cameron, vamos ya.— Sonrío.

Comienzo a caminar, decidida a salir y descubrir qué es la sorpresa, pero no doy más de tres pasos cuando Cameron me jala del brazo y me besa, al separarnos, habla.

—Vámonos entonces.

Le sonrío y, agarrada de su mano, me guía hasta la salida, en donde su auto nos espera.

--------
¿A dónde creen que están yendo?
Yo sé que ustedes saben.

Minuto A MinutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora