Familia

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Después de aquella breve parada para comer, volvimos al coche poniéndonos de nuevo en marcha. Aún nos quedaban varias horas de viaje y no queríamos que se hiciera de noche. Solo hicimos algunas parada fugaz para ir al baño y para estirar las piernas. 

Por fin llegamos a Galicia, todo era precioso. Era cierto todo lo que decían acerca de este lugar. Pasé todo el trayecto hasta el pueblo de Olivia con mi mirada fija a las vistas a través de las ventanas. Podía darme cuenta de como Olivia clavaba su mirada en mi de vez en cuando, mostrando una sonrisa al verme de aquella forma. Se notaba que estaba feliz de volver a estar en su hogar. 

- Llegamos.- Dijo Olivia mientras retiraba las llaves del contacto haciendo así que el coche dejara de rugir. 

- ¿Es aquí?- Pregunté después de darme cuenta de donde estábamos. Habíamos entrado por un camino de tierra hasta estacionar en el jardín que se encontraba frente a una casa de campo preciosa. Se podía apreciar el silencio. 

- Sí.- Afirmó ella saliendo del coche mientras yo seguía con la boca abierta.

- ¿Me ayudas?- Pidió ella mientras oía como sacaba las maletas del maletero. Bajé y me dedique a desatar a Maya para que pudiera salir. Estaba claro que había sido una buena idea traerla, aquí iba a estar genial. 

A los pocos segundos la puerta de madera que daba acceso a la casa se abrió para dejar ver a una chica joven.-¡Oli!- Gritó esta corriendo hacía los brazos de la morena. Después de aquel largo y necesitado abrazo se acercaron a mi para hacer las presentaciones. Había acertado, aquella joven era la hermana de Olivia. Se parecían mucho ¿como no había podido darme cuenta aquel día que las vi juntas? La más joven nos ayudo a entrar en casa todas nuestras pertenencias después de dedicarles unas cuantas muestras de cariño a Maya. 

El interior de la casa ira igual de bonito que lo que mostraba el exterior. Era un estilo rústico pero que daba mucha calidez. Nos dirigimos al salón donde los padres de Olivia corrieron a sus brazos. Ambos dedicaron mucho tiempo en abrazar y besar a su hija, debía ser muy duro tenerla tan lejos. Como había pasado anteriormente, se acercaron para saludarme y hacer las presentaciones oficiales. Eran unas personas muy agradables, ahora sabia de donde había salido la morena que me tenía el corazón robado. 

Maya olfateaba toda la casa. Olivia se dio cuenta y salió al jardín para llamar a su perrita.- ¡Willie!- Como si fuera la mismísima Maya, apareció una Golden preciosa que se lanzó a besar a su dueña. Enseguida apreciamos como mi pequeña se acercaba a la mayor, parecía que se reconocían y no tardaron en saludarse cariñosamente a su modo, haciendo que todos muriéramos de amor al presenciar aquella escena. 

- ¡Chicas! Os ayudamos con las maletas. Vamos a mostrarle a Laura la casa.- Todos cargamos con algo del equipaje mientras subíamos unas escaleras de madera que suponía dirigían a las habitaciones. 

- Tenemos las habitaciones justas, tendréis que compartir habitación.- Ahora si que me había puesto nerviosa. Tendría que compartir habitación y al parecer también cama.- Menos mal que cambiamos la cama por una más grande.- Dijo su madre. 

- No hay problema mamá.- Dijo Olivia esta vez.- Nos apañaremos bien.

- Os dejamos que os instaléis tranquilamente, cuando este lista la cena os aviso.- Dijo saliendo de la habitación cerrando la puerta a sus espaldas.

- Si quieres puedo dormir en el suelo, seguro que en el desván tenemos algún colchón inefable que pueda utilizar.- Soltó Olivia repentinamente haciéndome salir de mi ensoñación. 

- Vale.- Respondí arrepintiéndome al segundo de haber dicho tal cosa. 

- Después de cenar subiré a buscarlo y le pediré unas sabanas a mi madre.- Volvió a responder ella, esta vez algo triste. Seguro que no se esperaba que le dijera aquello. 

Deshicimos las maletas dejando la ropa bien colocada en el antiguo armario de Olivia. Mientras miraba nuestra ropa mezclada en el armario no podía pasar de pensar en que realmente compartiría unas semanas junto a Olivia. Después de dejar todo recogido y de ponernos cómodas bajamos a cenar después de escuchar las voces de su hermana que nos indicaba que la cena estaba lista. 

- Chicas, sentaros allí.- Nos señaló nuestros sitios correspondientes. Ambas miramos fijamente la comida que había sobre la mesa, no había nada que pudiera comer y me empecé a sentir algo incomoda. 

- Mamá.- Olivia podía transmitir algo de enfado y sorpresa con las facciones de su cara.- Te dije que Laura es vegetariana, ella no puede comer nada de lo que hay aquí.

- ¿Enserio piensas que tu madre iba a hacer tal cosa?- No sabíamos a que se refería. Por un momento pensé que no aceptaba la idea de que fuera vegetariana. Todos nos quedamos callados esperando lo que venia a continuación.- Su cena esta apunto de salir, se esta acabando de calentar en el horno.- Ambas soltamos el aire que sin darnos cuenta estábamos conteniendo. 

- Eres la mejor mamá.- Se acerco a su madre para rodearla con sus largos brazos y besar su cabeza varias veces. Olivia era muy alta y le pasaba varios centímetros a Maria, su madre. 

Ahora sí, tomamos asiento al rededor de la mesa y comenzamos a devorar la comida, Olivia ya me había comentado que Maria cocinaba de lujo y ahora entendía porque lo decía, realmente la comida estaba exquisita. Nada comparado con el robot de cocina. El rato se paso entre charlas y conversaciones acerca del tiempo que habían pasado separados de su hija, también sobre mi, y pude presenciar la emoción y lágrimas al recibir el nuevo proyecto de Oli. 

Cuando nos volvamos a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora