Capítulo 5

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- lo que tu sientes por tu dragón no es malo, ningún tipo de amor lo es, por el simple hecho de que sale de lo más profundo de este pequeño lugar- toque su pecho mientras le sonreía tiernamente- así que no te mortifiques por esos sentimientos, pero te contaré algo muy especial- el me miró ya no tenía lágrimas en los ojos y poseía una pequeña sonrisa que solo devolví, lo había logrado calmar.
- bueno... todos los dragones tienen un alma gemela, que es alguien que está diseñado perfectamente para el otro y que su amor supera toda barrera porque son creados por los dioses son importar si son de diferentes razas y están creados para siempre estar juntos sin importar que, no importa si es hombre o mujer, el amor llegó sin ningún aviso y no puedes hacer nada para deshacerlo - sus ojos brillaban y era como cuando a un niño pequeño le das un dulce o un nuevo juguete- esa pareja siempre estará junta- concluí

- eso es increíble- dijo tranquilo, eso es raro, que no estuviese corriendo de hay para haya o haciendo alguna de sus características bromas de mal gusto o malos chiste, este ser que tengo al frente no lo conozco y siento que estaré feliz de encontrarme con esta nueva faceta, tal vez no todos somos lo que aparentamos - pero ¿¿Para que me lo cuentas??

- tú...¿Has notado que no hay tantos dragones? - pregunté, tenía que saber si era de fiar, pero en realidad creo que el nunca haría nada que dañará a lo que amara, pero es cierto, el estaba en la reunión donde hablaban sobre aquella trampa que me estaban teniendo.

-si, pero escuche como tú le decías a varias personas que era por la temporada de celo - respondió y luego fijo su vista hacia los dragones - tenía miedo de que el se fuera, por lo que estuve muy apegado y no lo dejaba ni respirar - dijo y sus ojos se empañaron nuevamente - hiccup ¿El se va a ir? - medite bien esa pregunta, el si se tenía que ir como los demás dragones, aparte lo del celo no era mentira y el está en peligro cerca de verla. - aunque...- me interrumpió, lo mire- eso sería lo mejor, hiccup la verdad es que tu padre quiere que nos enseñes a entrenar dragones para llevarlos a la guerra y yo...es lo que menos quiero, asi que quiero que se vaya,. Aunque eso me mate de dolor- susurro la última parte para el solo y yo reafirme por fin que podía confiar en el. Asentí y tome la mano de brutacio arrastrándolo hacia donde estaban los dragones hablando.

- chicos- llamé y todos voltearon a verme, vi como toothless, eructo y guacara se tensaban y miraban un punto fijo, observé bien y era nuestras manos unidas, suspire y bueno lo entendí del dragón de dos cabezas, pero ¿Que sucede con mi dragón? Este al parecer cada día está más loco y raro, que fastidio este cambio de humor.

Solté al rubio para no tener problema con su pareja y mire a todos los dragones que estaban riéndose entre ellos menos mi dragón y el de brutacio. He descubierto hace varios días que los dragones son peores chismosos que los humanos, se la saben todas y cada una de ellas

- chicos- llame y todos callaron, me está dando dolor de cabeza está situación - brutacio irá con nosotros - el dragón de dos cabezas hizo una explosión arriba de nuestras cabezas mostrando su felicidad y comenzó a saltar por todas partes emocionado, no pude evitar reírme- pero no le he dicho nada aun- agregue al ver el rostro de brutacio,  el dragón se detuvo y me gruño.

- hiccup- gruño mi nombre y yo solo lo mire tranquilo, toothless se tenso pero yo solo le hice un gesto para que de acercara y le acaricie el hocico con la intención de calmarlo y de buena suerte lo logré sin apartar mi mirada ni un segundo del gran dragón que estaba delante de mi.

- tranquilo amigo, no le diré aun, pero si al anochecer- el dragón se calmo y se aparto de todos colocándose en una de las esquinas, voltee a ver a brutacio que miraba a su dragón con gran tristeza y preocupación, sonreí era bonito que el sentimiento de esos dos fuera correspondido,e hubiera gustado poder tener un amor así - mirw de reojo a toot y suspire, no debería recordar lo que me daña tan profundamente, pero aquí estoy yo fastidiando me  el cerebro con preguntás y obviedad que solo a mi se me cruzan por la mente, debería de olvidar el amor que le tengo a mi dragón, pero por Odin es difícil cuando pasas todos los días todo el día con el y no amar cada detalle que hace o cada simple acción que realiza.

- brutacio - el me miró- nos encontramos a las nueve de la noche en la playa, no le digas a nadie por favor y te explicaré todo - el lo pensó un rato y luego simplemente asintió.

- ok hiccup- respondió caminando hacia donde estaba sus dragones y comenzar a mirarlo, soy conciente de lo mal que lo tiene que estar pasando ese enorme animal pensando que su humano nunca estará enamorado de el.

- vamos toot - acaricie la cabeza de mi furia nocturna que ronroneó, esa simple acción me hizo sonrojar, voltee a ver a los otros dragones- ya saben dónde nos vemos - dije y salimos del estadio.

Ambos comenzamos a caminar por todo el pueblo recordándole a todos los seres escupe fuego que encontrábamos el que hoy los iríamos por fin todos, también pasamos por la casa de los niños que al parecen ya estaba completamente listo y ansiosos por ver a sus compañeros.
Al llegar a mi casa comencé a guardar todo los que iba a llevar,  tambien me lleve todos los planos de armas que cree con el paso del tiempo, no quiero que lo único inteligente que salga de sus mentes sea usar mis armas contra mi mismo.

- debe ser bonito- susurré tomando mi espada especial. Toothless levanto su rostro de la cama y me miró

- ¿Que cosa? - me senté en la cama y acaricie el filo de mi preciada espada negra.

- el estar destinado a alguien y saber que esa persona te corresponde sin importar que, solo porque están destinados desde antes de nacer a estés juntos- susurré y abrace mi espada, toothless estaba mirando todos mis movimientos, me separé y le sonreí secando las lágrimas en el proceso. Toot no dijo nada en todo lo que resto de la tarde, solo se quedó pensativo.

Cuando llegó la hora acordada, toothless y yo salimos por la ventana, estoy seguro que no extrañaré para nada este lugar. Con sigilo pasamos por todo el pueblo, lo único que nos iluminaba era la luna, pero ayudaba bastante la visión nocturna de mi querido dragón.
Al llegar a la playa se encontraba brutacio junto con su alma gemela, aunque aún no se enterará sobre lo que era.

- buenas noches- dije y ambos voltearon, toothless se tiró en la arena y el otro dragón le siguió el ejemplo.

- hola hiccup - escuché que decían ambos al mismo tiempo, pero obviamente que en diferentes idiomas.

- bueno lo que te quería decir era que...lo que tu me contaste que haría mi padre y los demás ya lo sabía yo los escuché, por eso estuve llevando a los dragones a un nuevo lugar para nunca regresar y eso lo incluye a el - brutacio se tenso y sus ojos se empañaron, el dragón de dos cabezas estaba pendiente a todo. - pero hay viene otro asunto ¿Recuerdas la historias que te conté en la tarde? - el me miró extrañado pero asintió y suspire, ahora venía la grande - tú eres el compañero de vida de eructo y guacara  por eso quería saber si querías venir con nosotros....

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