CAPITULO 40

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Fredrick

Ya había ha pasado una semana desde que mi hermana regreso, me la he pasado con ella día y noche y ciertamente disfruto más que ella, hace varios días que los adultos se han comenzado a completar un poco raro, nos prohibieron ir a la zona sur, aunque no afecta mucho porque casi nunca vamos por esos lados.

Sonreí al ver cómo Freya me lanzaba una manzana, la atrapa en el aire riéndome, me acerque a los gemelos los cuales solo suspiraron, ya había pasado la hora del desayuno y hace tiempo que no hay nada que hacer.

- estoy aburrido- se quejo gerd dándole un mordisco a la fruta, nosotros somos muy diferentes a nuestros hermanos, principalmente porque somos humanos o dragones, pero no podemos ser la misma especia al tiempo.

- ¿A qué jugamos? - Freya era bastante inquieta y le gustaba hacer bromas, por otro lado gerd es más reservado y muy inteligente.

- ¿Y si molestamos a papá? -sugirio gerd y nosotros simplemente negamos, esa no era buena idea, saldríamos mal teniendo en cuenta la tensión de los adultos.

- juguemos con el coco- dije tomando uno de los cocos que había en el suelo, gracias a lo resistente que era nuestra piel no nos dañaba la corteza y la usamos como balón.

- ya que- dijeron ambos. Comenzamos a jugar y al poco rato los demás dragones de nuestra edad se unieron, en una de nuestras patadas el balón se fue bastante lejos, todos miramos a trueno que se encogió riendo nervioso.

- vez a buscarlo - gruñó Tamara enojada, trueno casi siempre perdía el coco y nunca lo encontraba, suspire.

- tranquila yo lo busco - dije sonriendo y comencé a caminar - ya vuelvo - grité y comencé a correr de manera lenta pendiente al lugar donde podría caer el coco. Mi hermana según papá de pequeña era bastante callada y no jugaba mucho, por lo que dice que soy completamente lo contrario, pero yo no quiero ser el próximo rey y me alegra que ella le haga ilusión el hecho de reinar, yo me volveré el mejor guerrero y protegeré el nido, ese es mi mayor sueño desde que ví escondido una de las batallas de mis papas, que ni ello saben que la Vi, si lo supieran tendría el peor castigo de toda la historia y de solo pensarlo mi cuerpo tiembla.

- ¿Dónde está? - susurré deteniendo mi andar y comenzando a mirar a los alrededores, bufé al no encontrar nada - será mejor regresar y que trueno busque otro - salte en mi puesto al escuchar un ruido, me voltee encontrándome a dos hombres raros, frunci el ceño, ¿Quienes eran ellos?

- tu vendrás con nosotros - me tomo de los brazos y yo comencé a intentar escapar, ellos me dan miedo, cuando intenté gritar me taparon la boca, ayuda Lena, grité mentalmente mientras ellos me arrastraban...

LENA

sane una de las rosas negras que había en el prado, al parecer el viento la había maltratado, sonreí al verla a la perfección.
Sentí como mi respiración se comenzaba a acelerar y mi alrededor se comenzó a mover

- ¿Lena que sucede? - pregunto loke acercándose, me levanté y lo abrace para restaurar mi alrededor.

- Fredrick está...peligro - susurré y libere mis alas cuando estaba mejor, loke, ventosa y kalevi se miraron para luego imitarme, volé con rapidez al sur, si mi hermano estaba en peligro estaría cerca de esos vikingos.

Aterrizamos con cuidado cerca de donde se comenzaban a escuchar voces, guarde mis alas y comenzamos a caminar hasta ver cómo aquellos humanos tenían a mi hermano por los brazos y el solo temblaba, retuve un gruñido.

YO

Mientras Lena y los demás miraban todo esperando el momento oportuno de liberarlo, los vikingos están sorprendido por lo parecido que era a hiccup, después de todo la única diferencia era la falta de pecas y algunos mechones negros que resaltaba su piel algo morena.

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