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EXTRA# 7

KALEVI

-lena corre- grite viendo como los humanos nos comenzaban a rodear, ella me miro desesperada, pero lo unico que queria en estos momentos es que ella y mi cachorro estuvieran a salvo- te amo- susurre cuando vi como mi compañera se iba corriendo, ella estaba segura.

senti los golpes, pero poco a poco comence a cerrar los ojos, ya podia estar en paz, ellos dos...los seres mas importate en mi vida staban seguros, se que es un poco egoista y que lena va a sufrir, pero esta viva eso para mi es lo mas importante.

oigo un llanto, esa persona esta hablando mientras llora, siento como el pecho me duele, pero es raro se supone que habia muerto, intente abrir mis ojos, pero no podia....algo me lo evitaba de alguna manera, intente mover al menos alguna parte de mi cuerpo, pero tampoco podia, sentia algo frio por todo mi cuerpo, esto es demasiado raro...

-lena- llame en mi mente, si estoy vivo ella tambien debe estarlo- lena- escuche  como el llanto se intensificaba y preferi callarme, me concentre sintiendo nuestro lazo, poco a poco comence ver con los ojos de ella, estaba en una cabaña y delante se podia ver un monton de arboles.

-estoy cansada- escuche su voz, el dolor de mi pecho se intensifico con fuerza, nunca habia escuchado asi a lena, nunca tan mal...compañera, estoy aqui-  ¿PORQUE NO LO PUEDO SUPERAR?- grito y vi como se abrazaba, ella giro y hay se encontraba loke, ella suspiro repitiendo en su mente que debia tranquilizarse. ¿que esta pasando?

-lena- dijo y pude notar en sus ojos una preocupacion que tampoco habia visto nunca en mi vida, era raro que ese chico se preocupara o estuviera serio.

-vete loke, no quiero hablar con nadie- gruño bajando del arbol de un salto, delante de nuestro amigo ella comenzo a caminar.

-debes superarlos lena, esto te esta dañando- ella se quedo quieta, pero pude sentir toda la ira en su ser....esto no va a ser bueno.

-¿superarlo? PERDI A MI COMPAÑERO Y TU DICES QUE DEBO DE SUPERARLO- grito y pude sentir sus ganas de llorar, pero sabia que no lo iba a hacer.

-han pasado dos siglos- senti mi corazon detenerse, mi compañera habia pasado tanto tiempo sola, lena...

-no me importa, mañana saldre de este lugar por algun tiempo y te pedire que no te metas- dijo y salio corriendo, me quede callado viendo como esquivaba los arboles, pero yo aun intentaba asimilar como es que dormi dos siglos y ella se quedo sola tanto tiempo, mi pequeña compañera, tengo que mostrarle que estoy aqui...en alguna parte del mundo, pero que estoy vivo y ansioso por ir con ella.

-mama- volvi a ver a travez de sus ojos cuando reconocí aquella vocecita, frente a nosotros se encontraba thor tal y como lo recuerdo, es raro que no halla crecido.

- ¿porque no estas dormido cachorro?- dijo y pude sentir como ahora estaba un poco mas tranquila que antes.

-no estabas y tuve una pesadilla- murmurro siendo abrazado por mi compañera que lo apreto a su pecho, no puedo quedarme callado, quiero a mi familia nuevamente y creo que ya se que hare...

YO

lena no podia creer lo que sus ojos estaban viendo, dentro de aquel gran trozo de hielo se encontraba aquel dragon blanco como la nieve que ella tanto habia extrañado y que todos habian dado por muerto. la mente de lena era un completo caos de sentimientos y pensamientos, su compañero estaba hay...siempre estuvo en la tierra, por eso no habia muerto por el simple hecho de que no habia perdido a su compañero. 

las otras dos chicas vieron como su amiga comenzaba a llorar y al parecer ni siquiera se habia dado cuenta de las lagrimas que bajaban, el pequeño dragon por otro lado estaba volando al rededor del hielo arruñando de vez en cuando, al parecer estaba buscando como abrir o destruir aquel bloque. brutilda se acerco a lena ayudando a levantar, al parecer se habia desmayado por unos segundos. cuando ella se logro levantar sus piernas se movian mucho gracias a los nervios y  con ayuda de ambas chicas comenzo a caminar sintiendo sus latidos como nunca.

-¿kalevi?- susurro poniendo una de sus manos sobre el cristal y con un hilo de voz.

-no llores compañera, lo siento hacerte creer que estabas loca, pero necesitaba que me encontraras...ni yo sabia donde estaba, te pido perdon te deje sola por tanto tiempo- lena sintio la voz en su mente y por primera vez en años supo que no estaba loca, por primera vez en años sintio una felicidad profunda, que no sentia desde que habian decidio adoptar a thor.

-no te preocupes...te perdono- dijo llorando, sintio un pequeño chillido, thor lloraba intentando romper el hielo, al parecer se habia maltratado y sangre corria por sus uñas, lena y kalevi se sintieron mal por su cachorro, pero lo entendian a la perfección- ven aqui hijo- susurro extendiendo los brazos la híbrida, thor la miro y luego nuevamente a su padre, pero al ver la sonrisa de pureza y sincera felicidad, no pudo evitar volar con rapidez hacia ella, hace años que no habia podido ver esa sonrisa de su madre, una de las sonrisas que siempre lo calmaba. el cumplio la promesa que le habia hecho a su padre hace años, habia protegido a su mama y no habia dejado que se hundiera, siempre intentando animarla y hacerla feliz, pero el tambien habia extrañado demasiado a su padre y sabia que su madre era consciente de eso y por eso no se separaba mucho de el.

-papa- dijo mirando el hielo llorando en el pecho de su madre, hay donde no importaba nada y se sentia completamente seguro.

-tranquilo lo sacaremos de hay- prometio la chica meciendo suavemente a su pequeño hasta que pudiera dormir.

las otras dos chicas se sentian un poco incomodas por ver una interacción tan intima entre madre e hijo, pero estaban alegres por su nueva amiga, que en menos de veinticuatro horas se habia ganado toda la admiracion, cariño y lealtad de ambas rubias y eso era bastante difícil, mas teniendo en cuenta la forma de ser de astrid.

-iremos a buscar algunas frutas- dijo astrid tomando la mano de brutilda- creo que nos quedaremos a dormir aqui- dijo...en realidad a ninguna de las dos le incomodaba, hace varios años no tenian un hogar y les habia tocado dormir en los arboles en el bosque.

-gracias chicas- dijo lena dándoles una sonrisa tan brillante y de una felicidad tan pura que hizo que el corazon de ambas chicas se sintieran felices y calmadas. 

brutilda sabia que conocia aquella sonrisa de alguna parte, pero no recordaba, al parecer la rubia menor iba a tener algo en que pensar por toda la noche.